Obama acusa a los políticos de ser “insensibles” y les insta a “superar las divisiones” para servir mejor al país
Dice que se pueden “cuestionar” sus políticas pero no su fe y subraya que ni republicanos ni demócratas tienen “el monopolio de la verdad”
WASHINGTON, 4 (especial para EUROPA PRESS, Beatriz Juez)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, acusó este jueves a los políticos de ser “insensibles” a los problemas de sus conciudadanos y les instó a “superar las divisiones políticas” para servir mejor a los estadounidenses durante su discurso con motivo del Desayuno Nacional de la Oración en Washington.
Este acto, en el que este año participó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como uno de los oradores principales, es un acto social y religioso, organizado desde 1953 en Washington por The Fellowship o The Family, un grupo protestante conservador y secretista con fuertes conexiones políticas entre republicanos y demócratas.
Antes de sentarse en la mesa, Obama saludó y abrazó a Zapatero y en su discurso pidió a su “querido amigo” que transmitiera “los saludos de América al pueblo español” y agradeció los esfuerzos de los españoles en ayudar a los haitianos tras el terremoto que asoló el país caribeño.
Obama, que se dirigió en su discurso “a los estadounidenses de todos los credos y a los que no tienen ninguna fe”, instó a los demócratas y los republicanos a “superar las divisiones políticas”, “volver a la urbanidad” y “no demonizar a los oponentes” con el objetivo de servir a los estadounidenses lo mejor posible.
El presidente acusó a los políticos de ser “insensibles” a las plagas que azotan el país como el hambre de los niños o las familias sin seguro médico y de estar más ocupados en “las luchas por el poder”.
“En esta torre de Babel, perdemos el sonido de la voz de Dios”, añadió Obama, que ha visto caer su popularidad desde que llegara hace un año a la Casa Blanca y se encuentra en un momento político difícil tras la derrota demócrata en la elección del escaño de senador de Massachussets.
“MONOPOLIO DE LA VERDAD”
“Nosotros en Washington no estamos sirviendo a la gente tan bien como deberíamos”, añadió el presidente, que se quejó de que “a veces parece que somos incapaces de escucharnos unos a otros”. Obama criticó “la erosión de urbanidad” que “envenena el bien de la opinión pública” y hace de la política “un deporte de todo o nada” y recordó que ni los demócratas ni los de republicanos tienen “el monopolio de la verdad”.
“No siempre tengo razón. Michelle puede ser testigo de ello. Pueden cuestionar mis políticas pero sin cuestionar mi fe, o, lo que es más, mi ciudadanía”, bromeó Obama, en alusión a los rumores infundados de que no es ciudadano estadounidense.
Al Desayuno Nacional de la Oración, en el que también participó la pPrimera dama, Michelle Obama, acudieron al hotel Hilton de Washington unas 3.500 personas procedentes 140 países. Entre los invitados destacaba la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la secretaria de Estado Hillary Clinton.
DISCURSO DE CLINTON
La ex primera dama de Estados Unidos ha participado durante años en sesiones de oración con los miembros de La Familia y ha acudido, según explicó, todos los años desde 1993 al Desayuno Nacional de la Oración.
El discurso de Hillary Clinton fue más emotivo y personal que los de Zapatero y Obama, y estuvo lleno de anécdotas. la secretaria de Estado recordó, por ejemplo, la presencia de la Madre Teresa “en el mes de febrero con sandalias” en el Desayuno Nacional de la Oración y como ésta le pidió apoyo para crear un centro de ayuda a personas necesitadas.
“La Madre Teresa fue la 'lobista' más infatigable que he conocido”, pues no paró de insistir hasta que finalmente consiguió su centro de acogida, bromeó Clinton.
La secretaria de Estado también explicó cómo la religión ha ayudado a los presidentes estadounidenses a “soportar sobre sus hombros cargas casi imposibles de llevar”.
Durante el acto, amenizado por un pianista, se rezó en varias ocasiones y se leyó la Biblia y antes de comenzaran los discursos una militar cantó la canción patriótica estadounidense “God bless America”.
En el hotel Hilton de Washington, donde ha tenido lugar el Desayuno Nacional de la Oración, un enajenado llamado John Hinckley intentó el 30 de marzo de 1981 asesinar al presidente Ronald Reagan tras una reunión con sindicatos.