El Cabildo de Lanzarote ha manifestado en un comunicado su “rotundo rechazo” al proyecto piloto impulsado por la UE, a petición del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para evaluar las condiciones para introducir la pesca con cerco industrial de túnidos en el caladero de Canarias.
La institución insular advierte de que esta iniciativa, aprobada recientemente en la XXIX Reunión Ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), celebrada en Sevilla, “supone una amenaza directa para la sostenibilidad del medio marino y para el futuro de la pesca artesanal en el archipiélago”.
El Cabildo recuerda que “tanto la pesca de cerco industrial como el arrastre están prohibidos en el caladero nacional de Canarias debido a su demostrado impacto sobre los recursos y la biodiversidad marina”.
“Autorizar un proyecto experimental de estas características abriría la puerta a una futura implantación de métodos intensivos incompatibles con la fragilidad del ecosistema canario y con el modelo pesquero que históricamente ha sostenido a las islas”, señala el Cabildo.
La corporación insular alerta del impacto que ya están generando en el Atlántico medio los dispositivos agregadores de peces (FADs o DAF) asociados a la pesca de cerco industrial, muchos de ellos situados al sur de Canarias.
Estos sistemas alteran las rutas naturales de migración de las distintas especies de túnidos, concentran de manera artificial los cardúmenes y favorecen una sobreexplotación localizada, en detrimento de la flota artesanal que faena con técnicas selectivas y respetuosas con el entorno.
Frente a un modelo que “caza” el recurso allí donde se le logra acumular de forma artificial, la pesca canaria de “un hombre, un anzuelo” representa una apuesta clara por la responsabilidad con la especie y la sostenibilidad del ecosistema marino, destaca el Cabildo.
El Cabildo de Lanzarote reclama al Gobierno de España que refuerce su compromiso con la protección del caladero canario y con la promoción de políticas de pesca verdaderamente sostenibles, alejadas de cualquier intento de introducir artes industriales que comprometan la biodiversidad de las aguas del archipiélago.
Asimismo, exige que se garantice la participación de las instituciones insulares y del propio sector pesquero en cualquier proceso de decisión que afecte a los recursos marinos de Canarias.
El presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, señala que este proyecto “supone un riesgo inaceptable para la sostenibilidad de nuestros mares y para un modelo de pesca que ha demostrado ser respetuoso, equilibrado y beneficioso para nuestras comunidades costeras”.
Betancort recalca que no se puede convertir a Canarias “en un laboratorio para ensayar técnicas de pesca industrial que ya sabemos que generan impactos graves en la biodiversidad” y añade que la defensa del mar como fuente de vida, identidad y economía local “pasa por preservar las prácticas tradicionales y selectivas”.