La ceniza del volcán cubre el Observatorio del Roque, el Valle y el noroeste de La Palma
La ceniza del volcán impide este domingo ver el universo desde el Roque de Los Muchachos, el observatorio de astrofísica más importante del hemisferio norte, situado en el municipio de Garafía a 2.426 metros de altitud. Una densa niebla del polvo gris que expulsa la erupción cubre la zona y no permite contemplar la bóveda celeste desde la principal atalaya sideral de La Palma.
La columna de cenizas que, como un gigantesco tubo de escapa, emite continuamente desde el pasado 19 de septiembre el centro emisor de magma, situado en el entorno de Cabeza de Vaca, en la ladera oeste de Cumbre Vieja, en el municipio de El Paso, obligó a cerrar las cúpulas de los telescopios para evitar la entrada de dañinas partículas. No obstante, cuando el viento aleja el penacho, algunos de la veintena de instrumentos de observación ubicados en la cima de la Isla deciden abrir sus cúpulas, con precaución, durante algunas horas.
El administrador del Observatorio de Astrofísica del Roque de Los Muchachos, Juan Carlos Pérez Arencibia, señaló recientemente a este periódico que “el observatorio se encuentra operativo, en el sentido de que está abierto, no tenemos los accesos cerrados y no hay ninguna alarma especial; los sismos no nos afectan, el único impacto más o menos apreciable es cuando la nube de ceniza sopla hacia el norte de la Isla y puede haber deposición de cenizas”.
La nube de cenizas que la pasada madrugada ha arrojado el volcán de Cumbre Vieja ha cubierto de modo significativo a los municipios de la comarca noroeste de La Palma. También afecta a a los municipios del Valle de Aridane.
Si bien en otras ocasiones la ceniza había sido desplazada hasta esta zona por el viento, en esta ocasión cubre por completo toda la orografía de esa zona del norte de la isla de La Palma.
Con la primera luz diurna se pueden contemplar a través de las imágenes que ofrecen las webcams instaladas en el complejo astrofísico, como la ceniza cubre las cúpulas y el resto de instalaciones.
En los municipios de Tijarafe, Puntagorda y Garafía, la ceniza cubre por completo el paisaje así como viviendas y carreteras. “Se trata de una ceniza muy fina que no había llegado antes hasta aquí de esta manera tan copiosa”, explica a EFE el propietario de un bar en Tijarafe, municipio más próximo al Valle de Aridane.
Pero la cantidad de ceniza también es importante mucho más al norte, en Garafía, donde barrios como Cueva de Agua o Santo Domingo, en la costa norte, han amanecido cubiertos de negro.
En Puntagorda un vecino ha señalado a EFE que “la calidad del aire no parece del todo buena, se respira un olor extraño y amaneció el pueblo con una densa capa de humo, es necesario usar mascarilla al menos en estos momentos”, indicó.
En este sentido, según recoge la web del Cabildo de La Palma en la que se ofrecen los datos de índice de calidad de aire de las diferentes estaciones repartidas por la geografía insular, la estación de Puntagorda ha medido 53,11 ug/m3 de materia particulada PM-10 medidos a las ocho de la mañana de este domingo.
Esta medida se encuentra lejos de los 20 ug/m3 que considera como bueno este parámetro de partículas en suspensión.
Según el Pevolca, la ceniza volcánica es cualquier material de grano fino que tenga menos de 2 milímetros de diámetro. La ceniza volcánica es roca que ha sido explotada y despedazada por el vapor dentro del volcán.
Así, el viento es un factor importante que dispersa las cenizas de acuerdo con su dirección y velocidad.
El Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias informó este sábado que, “a niveles superiores, el viento rolará a SE (sureste). En los próximos días se mantendrá el flujo del NE (noreste)”. La dispersión prevista de la nube de cenizas es hacia el SW-W (suroeste-oeste), lo que favorece la operatividad de los aeropuertos canarios“.
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