CajaCanarias clausura los talleres didácticos de verano
El Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de La Palma ha sido sede, en el marco de su programa didáctico 'Despertares', de una iniciativa pionera en cuanto ha ampliado su habitual marco de actuación, acotado tradicionalmente al período lectivo y desarrollado a partir de las diferentes propuestas expositivas que la Fundación CajaCanarias programa en sus diferentes instalaciones, a la organización de un taller permanente de verano, en el que cerca de una treintena de alumnos, divididos en grupos en función de su edad, han recorrido distintas formas de expresión artística y se han convertido en protagonistas absolutos a la hora de aprehender las herramientas creativas y desarrollarlas de manera autónoma, según se informa en una nota de prensa.
De este modo, desde principios de julio las habituales visitas guiadas, acompañadas del correspondiente taller didáctico, que realizan cientos de centros educativos tanto en Tenerife como en La Palma se transformaron, en el Espacio Cultural CajaCanarias de la capital palmera, en una escuela de arte estival que ha contado con una magnífica participación de niños y niñas desde los 6 hasta los 15 años. El objetivo fundamental ha sido acercar el lenguaje artístico a los niños con el fin de despertar inquietudes, enseñar maneras de observar y de trabajar y sobre todo, enseñar el arte como herramienta de expresión social. Con respecto a las metodologías, las más apropiadas para ello han sido las lúdicas, participativas y experimentales, alternando la aproximación teórica al arte con la posibilidad de experimentarlo y de desarrollar cualidades imaginativas a partir del juego. También se ha intentado alternar actividades con niveles más altos de energía con otras más relajadas para lograr la atención de los alumnos a lo largo de cada sesión, si bien lo cierto es que la propia evolución creativa de los participantes ha superado el propio plan de trabajo inicial, habiéndose optado por una mayor carga de libertad y experimentación que ha derivado en auténticas obras de arte individuales y colectivas.
Tras las primeras sesiones de trabajo, en las que se ahondó en el conocimiento de las herramientas e instrumentos básicos para desplegar la carga subjetiva inherente a toda creación de carácter artístico, los alumnos comenzaron a desplegar su energía creativa, comenzando por la confección de su particular libro de artista, con la intención de plasmar sus respectivos pensamientos e ideas a través del dibujo, el collage o la pintura. Partiendo de la idea de que el arte permite crear todo aquello que nuestra imaginación alcance a inventar, los libros recogen desde una casa al revés, una isla flotante, gente que camina por el techo de una casa, un animal con cuerpo de perro y cabeza de pájaro, etc., y sirvieron de base para la primera exposición de los talleres.
Y de la pintura, a la arquitectura. Esta actividad comenzó con una visita guiada por la Casa Massieu, sede del Espacio Cultural CajaCanarias La Palma, para aprender a reconocer elementos de la arquitectura civil canaria. De regreso al taller, se trabajó en el reconocimiento de la arquitectura contemporánea de las grandes urbes y sus skylines característicos. A partir de ahí se construyó un modelo de ciudad sostenible, partiendo del reciclaje. Por último, se retomó la arquitectura canaria, en este caso de una casa típica rural. Mediante una dinámica de preguntas y respuestas los niños consiguieron reunir conocimientos en base a lo aprendido en esa sesión y a lo que ya saben, pero nunca se han parado a analizar: formas, altura, materiales, grosor de los muros, tipo de madera etc.
El momento cumbre de los Talleres de Verano CajaCanarias sucedió cuando los alumnos pasaron de aprendices a maestros, protagonizando su propia exposición del 1 al 6 de agosto y recibiendo más de 600 visitas durante su apertura al público. Bajo el impactante título de 'Isla Basura', el conocimiento de la existencia de cinco inmensas islas de desechos generados por la actividad humana flotando en los océanos del mundo convirtió el problema de la gestión de residuos en la temática central a abordar. Así, el lenguaje artístico se puso al servicio de la ecología y, rindiendo un humilde homenaje a artistas contemporáneos como Vick Muniz, Maria Cristina Finucci, Wang Zhiyuan o Hendrik Kerstens, los niños y jóvenes crearon una intervención artística que pone en el punto de mira la contaminación oceánica.
A lo largo del proceso creativo, los alumnos comenzaron a observar con otros ojos su propio entorno. Recolectaron, identificaron y etiquetaron algunos objetos frecuentes en nuestras costas para más tarde exhibirlos con un mensaje inquisitivo: “¿Es tuyo?”. Recrearon a escala las islas de la basura y las equipararon con la isla bonita que, aunque a menor escala, también padece la indolencia colectiva hacia este trágico fenómeno.
A partir de mediados de agosto, y coincidiendo con las últimas sesiones de trabajo, se afrontaron diversas técnicas y escenarios con el objeto de transmitir el mayor radio de comprensión artística a los participantes. Así, durante un día, se convirtieron en escenógrafos, estilistas, actores y fotógrafos, a través del conocimiento de otras culturas, su indumentaria y su realidad artística; o, tras una visita guiada al Fondo de Arte CajaCanarias, aprender las diferencias entre figuración y abstracción, poniendo en práctica la expresión de emociones a través de la pintura, entre otras actividades.
Tras la exitosa clausura de esta primera experiencia permanente en período estival, la sede de la Fundación CajaCanarias en La Palma continuará desarrollando los talleres de arte y creatividad 'Despertares' siguiendo, en esta ocasión, la ruta de César Manrique a partir del día 2 de septiembre, un ejemplo perfecto de artista reivindicativo con la protección del territorio que será indudable protagonista del Espacio Cultural CajaCanarias a través de una selección expositiva de la ambiciosa retrospectiva 'La conciencia del paisaje'.