El IAC diseña un láser de fibra para mejorar la visión del Grantecan

En la imagen, la cúpula del Grantecan, en El Roque de Los Muchachos, bajo una espectaclar bóveda celeste. Foto: IAC

Rubén Darío García León/Efe

Santa Cruz de Tenerife —

Un láser de fibra con el que se “crearán” estrellas artificiales a 90 kilómetros de altura, se probará a partir de diciembre de este año en el Observatorio del Teide (Tenerife) con la finalidad mejorar la resolución de los telescopios, dijo a Efe el ingeniero del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Marcos Reyes. En concreto, el láser de fibra se diseña para el Gran Telescopio Canarias (GTC), ubicado en El Observatorio del Roque de los Muchachos, en las cumbres del municipio de Garafía, y para los telescopios del Observatorio Europeo Austral (ESO).

Este láser de fibra, explicó Marcos Reyes, jefe del departamento de Proyectos del Área de Instrumentación del IAC, es un desarrollo tecnológico para la mejora de la técnica que en la actualidad se utiliza para corregir la perturbación que la atmósfera ocasiona en la luz, técnica que se denomina óptica adaptativa.

La óptica adaptativa permite corregir el sistema óptico del telescopio por medio de sofisticados espejos deformables que se controlan desde ordenadores y en tiempo real (miles de veces por segundo) corrigen las distorsiones que ocasionan las turbulencias de la atmósfera para que así las imágenes que se obtienen del espacio sean perfectamente nítidas.

Con la óptica adaptativa se consigue que los grandes telescopios terrestres tengan gran resolución, que puedan distinguir objetos que están muy cercanos unos de otros.

Sin óptica adaptativa estarían limitados en sus observaciones por la atmósfera, que llenaría de “borrones” las imágenes y, entre otras cuestiones, no se podrían detectar planetas como la Tierra, que están muy cerca de una estrella.

Marcos Reyes explicó que para compensar el efecto que la atmósfera tiene en la luz se precisa de una estrella en la que el sistema de óptica adaptativa mide la perturbación de la atmósfera, y como no hay estrellas en todas las direcciones del espacio, lo que se hace es crearlas de manera artificial utilizando un láser.

Para “crear” una estrella artificial se lanza a la atmósfera un láser naranja (es de ese color porque tiene que emitir en sodio), que cuando entra en contacto con las partículas que están a 90 kilómetros de altura, en la mesosfera, excita los átomos de sodio y éstos emiten como si fueran una estrella, señaló Marcos Reyes.

Agregó que esa estrella artificial se puede crear en cualquier lugar del cielo y de ese modo medir la turbulencia en cualquier dirección del espacio para a continuación hacer correcciones en los telescopios para observar bien el objeto científico de estudio.

Marcos Reyes indicó que ahora se ha desarrollado una nueva tecnología para los láseres de sodio, que se basa en fibra óptica. Con la nueva tecnología la amplificación de la luz por parte del láser se produce dentro de una fibra óptica, de donde sale al exterior.

Esta tecnología tiene ventajas con respecto a los láser actuales de sodio, como el hecho de ser más potente y más estable y, por lo tanto, no se precisa realizar compensaciones para lanzarlo a la atmósfera.

El nuevo sistema de láser se probará en el Observatorio del Teide para medir el efecto que el campo magnético terrestre tiene sobre la estrella artificial que se creará.

Marcos Reyes señaló que lo que se pretende con este estudio es optimizar el láser para que, en función de la dirección a la que se apunte, darle un formato distinto para que la estrella artificial sea igual de intensa y no se vea afectada por el campo magnético.

La previsión es que a finales de este año se comience la primera de las campañas de prueba del láser de fibra, y que se mantendrán durante año y medio en periodos de tres meses.

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