El diputado del PSOE de La Palma Manuel Abrante ha demandado al consejero de Agricultura del Gobierno adoptar medidas urgentes que defiendan al campo canario y garanticen la soberanía alimentaria, indica el PSOE en una nota de prensa. En particular, señala el parlamentario se refirió en pleno a la compleja situación por la que atraviesa la papa canaria.
Al respecto subrayó que el consumo de papas en las islas depende “en gran medida de las importaciones, ya que la producción local es insuficiente para cubrir la alta demanda”. “Se estima que más del 50% de las papas consumidas son foráneas, aunque el porcentaje de consumo de papa local puede superar el 60% en ciertos momentos y circuitos de venta directa”, añadió.
Recalcó que en la última década, la superficie cultivada ha caído un 40% y la producción un 25% mientras la demanda crece debido a un incremento de la población y del aumento turístico. “Este desequilibrio es alarmante, pues la necesidad de alimentos aumenta, pero la capacidad de producción local disminuye”, apostilló.
Sostiene el parlamentario del PSOE de La Palma que “cada hectárea abandonada significa pérdida de soberanía alimentaria, cultura campesina, biodiversidad y paisaje agrario”.
Asimismo, indicó que “existe un notable desequilibrio entre la oferta local y la demanda. Los agricultores canarios a menudo tienen dificultades para vender su cosecha a un precio justo porque los supermercados apuestan por el producto importado, más barato, aunque a veces sin las mismas garantías fitosanitarias que se exigen al producto local”.
Señaó que “a pesar de que existen mecanismos de apoyo a este producto a través de herramientas como el POSEI (Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias), lo cierto es que el cultivo no ha hecho más que descender en las islas, con ahora apenas 3.500 hectáreas en toda Canarias, motivado, entre otras cuestiones, por la entrada de papa procedente de otros países, lo que está coincidiendo en determinados periodos con la llegada de la papa canaria a los puntos de venta; hundiendo los precios y generando un enorme impacto en la renta percibida por los agricultores locales”.
Para Abrante “es imprescindible pagar la papa canaria a un precio justo, que cubra los costes y asegure la continuidad del cultivo”. Para ello considera necesario “priorizar la producción local en puntos de venta durante la temporada de cosecha, retrasando la entrada de importaciones hasta que la papa canaria tenga salida.
Asimismo, ha propuesto “aplicar el AIEM (Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías) de forma protectora y flexible, frenando la invasión de productos externos”, además de “garantizar la transparencia sanitaria, impidiendo la entrada de papas tratadas con fitosanitarios que ponen en riesgo la salud de los consumidores”.
Junto con todo ello, considera necesario “impulsar políticas de apoyo a la agroecología, los circuitos cortos de comercialización y el consumo de km 0, fortaleciendo así la economía local y la seguridad alimentaria del Archipiélago”. “Defender la papa canaria es defender la soberanía alimentaria, la dignidad campesina y la identidad de Canarias”, concluyó Abrante.