La Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias ha decretado la alerta por fenómenos costeros ante el empeoramiento previsto a partir de las 09.00 horas de viernes, con olas que podrían alcanzar los 13 metros en la jornada del sábado, en cuyo caso se elevaría a alerta máxima.
Una decisión que se ha tomado en base a la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de otras fuentes disponibles, que apuntan a un empeoramiento del mar a partir de las 12.00 horas aproximadamente, tanto por el viento como por mar de fondo.
Se prevé viento de fuerza 6–7, con áreas de fuerza 8 en La Gomera y parte de Tenerife, que afectará al canal marítimo entre las dos islas.
Antes de la medianoche del viernes, la altura significante de las olas en las costas expuesta al norte y oeste de las islas oscilará entre los 4 y los 4,5 metros.
Para el sábado se prevé un empeoramiento del estado del mar, con fuerte marejada a mar gruesa, con áreas de muy gruesa y mar de fondo del norte y noroeste de 3 a 5 metros.
En el mar, se prevé viento de fuerza 6 a 8 (39–74 km/h) y una altura significativa del oleaje de mar combinada en las costas abiertas al norte de Gran Canaria (Noroeste-norte y nordeste) y en las del norte y oeste del resto del archipiélago, de entre 4 y 6,3 metros de altura.
La predicción de oleaje apunta a que el 67% de las olas tendrán una altura media de 1,6 a 4 metros, un 10% de entre 5 y 8 metros, y un 1% que podrían alcanzar los 7-11 metros, aunque teóricamente la altura máxima de ola será de 13 metros, por lo que si se confirman las previsiones se actualizará a alerta máxima el sábado.
La Dirección General de Emergencias ha lanzado, como es habitual ante estos episodios de mala mar, una serie de recomendaciones a la población que en este caso cobran especial relevancia después de que en el último mes y medio hayan fallecido en las costas canarias ocho personas y desaparecido una tras golpes de mar con prealertas activas.
Entre otras cuestiones, se aconseja alejarse de los espigones, evitar pescar en zonas de riesgo y no arriesgarse a sacar fotografías o vídeos cerca de donde rompen las olas, así como bañarse en playas con bandera roja o en zonas donde haya fuerte oleaje y resaca o que carezcan de servicios de vigilancia y salvamento.