La agente que debía haber hecho guardia con Piñuel se sintió “culpable”

MADRID, 24 (EUROPA PRESS)

Una compañera del guardia civil Juan Manuel Piñuel ha reconocido en la Audiencia Nacional que se sintió “un poco culpable” porque debería haber estado de guardia la noche del 14 de mayo de 2008 en el atentado contra la casa cuartel de Legutiano junto con el sargento asesinado y otro agente.

“La verdad es que me sentía un poco culpable. Llegué con Piñuel y Losada y si yo hubiera estado allí, yo debería haber montado la noche”, ha declarado la agente, quien ha explicado que fue destinada dos meses antes del atentado al acuartelamiento alavés junto con Piñuel y que, justo el día antes del ataque terrorista, partió hacia su domicilio en Vitoria.

Tras tener conocimiento del atentado, la testigo se vio “fuerte” en un primer momento. Sin embargo, según pasaron los meses comenzó a sufrir secuelas físicas y psicológicas, fruto de las cuales tuvo que ser operada y por las que aún permanece bajo tratamiento médico.

La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ha instado a las partes a no alargar inneceseramiente el testimonio de la guardia civil, que se encontraba visiblemente nerviosa, alegando que “la realidad de los hechos nadie la pone en duda”. “Está archiprobada”, ha añadido la juez.

Durante el juicio que se sigue ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional contra los miembros del comando 'Askatun Harizea' Arkaitz Goikoetxea Basabe, Iñigo Gutiérrez Carrillo y Aitor Cotano Sinde por este atentado, han testificado otros dos agentes que se encontraban presentes aquel día en la casa cuartel. Mientras uno de ellos fue el encargado de dar la llamada de aviso a los servicios de emergencia, el otro ha explicado cómo encontró agonizando a Piñuel entre los escombros del edificio.

“ATIENDE A PIÑUEL, A PIÑUEL”

Según ha indicado el primero, el día anterior celebró su cumpleaños y aún permanecía despierto cuando oyó el estruendo que causó la explosión de los 200 kilos de amonal. “Mi mujer pensaba que era una explosión de gas, se cayeron los muebles y yo le dije que había sido un coche-bomba. Comprobé que mi hijo estuviera bien, tenía un pequeño corte en la ceja, y vi que mi vecino estaba chorreando sangre”, ha recordado, para señalar a continuación que este compañero le decía: “Atiende a Piñuel, a Piñuel”.

Acto seguido, localizó agonizando al sargento y a otro guardia civil que se encontraba atrapado entre los escombros y le decía: “Sácame de aquí”. A los agentes que han comparecido les han concedido la baja laboral y retirado la licencia de armas y a día de hoy permanecen bajo tratamiento psicológico.

Durante el juicio, que continuará este jueves, han comparecido una decena de peritos que han puesto de relieve las muestras genéticas recogidas en el lugar de los hechos, en casquillos, pasamontañas, una nota manuscrita, algodón, colillas, una manta y llaves, y han resaltado que los terroristas usaron nitrato amónico, polvo de aluminio y nitrometano, componentes del amonal.

A propuesta de los abogados defensores, entre quienes se encuentra Jone Goirizelaia en representación de Aitor Cotano, han comparecido dos médicos que reconocieron a los tres acusados en dependencias policiales y observaron que tenían contracturas que podían ser debidas bien a motivos posturales o por “golpes repetidos”.

534 AÑOS PARA DOS ACUSADOS

La fiscal solicita sendas penas de 534 años y seis meses de cárcel para Arkaitz Goikoetxea Basabe y Aitor Cotano Sinde por un delito de asesinato terrorista, 26 delitos de asesinato en grado de tentativa, dos delitos de estragos terroristas, un delito de robo de vehículo y otro de hurto de vehículo; mientras que para Iñigo Carrillo pide 8 años de prisión por colaboración con organización terrorista. Asimismo, reclama una indemnización de 500.000 euros para los herederos del general y el pago de 3.183.212 euros a la Guardia Civil por los daños producidos en el edificio.

En el juicio, se ha personado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) por primera vez en su historia como acusación popular y ha pedido penas que superan los 1.150 años de cárcel para los tres acusados. La asociación ha acompañado a los agentes y familiares de Piñuel que se encontraban en la Sala, entre ellos la viuda del sargento asesinado.

También ejercen la acusación el letrado Emilio Murcia desde la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) y el abogado Juan Carlos Rodríguez Segura en representación de las víctimas. El Ministerio Público reclama una indemnización de 500.000 euros para los herederos del general y el pago de 3.183.212 euros a la Guardia Civil por los daños producidos en el edificio.

Según la fiscal, Arkaitz Goikoetxea constituyó bajo las órdenes directas del entonces jefe de ETA Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', un comando junto con Jurdan Martitegi. Después de ser instruidos en el manejo de armas y explosivos en Francia, captaron como colaboradores a Iñigo Gutiérrez y Aitor Cotano y planearon atentar contra el cuartel de Legutiano con la finalidad de “causar el mayor número de muertos y grandes daños en los bienes y las personas”.

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