La AVT sale a la calle en el momento más crítico del proceso de paz
La AVT volvió a movilizar este sábado en Madrid a miles de personas contra el llamado proceso de paz, en el momento más crítico de éste, y con el apoyo de la plana mayor del PP, que respaldó esta nueva iniciativa, en la que se pidió “la verdad de los compromisos adquiridos con ETA”.
La AVT cree que la manifestación de este sábado-la tercera en Madrid desde el anuncio del alto el fuego- ha sido la más multitudinaria de la Legislatura socialista, aunque como ya hiciera en las últimas ocasiones eludió dar cifras de asistencia.
Para la Comunidad de Madrid fueron más de 1.300.000 los asistentes, a la espera de que la Delegación del Gobierno facilite sus propios cálculos.
Fueron una multitud de paraguas, muchos de ellos con las banderas de España e ikurriñas, lo que ocuparon esta tarde buena parte del barrio de Salamanca en Madrid, por donde transitaron miles de personas, muchas de ellas lanzando gritos contra el Gobierno.
Numerosas pancartas asomaban entre los paraguas con los que los asistentes se resguardaban de la lluvia que apareció en algunos momentos de la marcha, como la que reflejaba un fotomontaje en el que José Luis Rodríguez Zapatero y Arnaldo Otegi parecen abrazarse sobre la inscripción: “Todos los tiranos se abrazan como hermanos”.
Otras pancartas de la marcha rezaban: “Con ETA rendición, con las víctimas traición”; “Zapatero dimisión, cómplices asesinos”; “Quién está detrás del 11-M”; “No queremos la paz de ETA” o “Tiembla Rucabalcaba, cada vez somos más”.
Y a las pancartas se les sumaban los gritos de “Queremos saber la verdad” o “Zapatero, dimisión”, reivindicaciones que sonaban desde una hora antes del comienzo de la manifestación, cuando miles de personas se concentraban ya en las inmediaciones de las calles por donde iba a discurrir esta movilización.
La primera cabecera de la manifestación, con una pancarta con el lema de la marcha -“Rendición, en mi nombre no”- la protagonizaban las víctimas, entre ellas Irene Villa, y representantes de las asociaciones y colectivos que la apoyan.
Unos metros detrás, en la segunda cabecera, con la pancarta “Comprometidos con las víctimas”, estaban los principales dirigentes del PP, encabezados por su presidente, Mariano Rajoy; su secretario general, Angel Acebes; el portavoz del partido en el Congreso, Eduardo Zaplana; la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil, el alcalde Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, entre otros.
El ex presidente del Ejecutivo José María Aznar, acompañado por su mujer, la concejala de Empleo y de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, se incorporaron a la manifestación una vez iniciada.
Al término de la manifestación, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, leyó un manifiesto, que puso fin a esta movilización, tras la interpretación del himno de las víctimas y la intervención del catedrático Agapito Maestre, quien reclamó de forma vehemente “memoria, dignidad y justicia”.
Alcaraz hizo suyas numerosas frases de dirigentes del PSOE, que antes de este proceso se mostraban contrarios a mantener cualquier tipo de diálogo con una banda que no había renunciado a las armas.
Reprodujo palabras, según dijo, de Txiqui Benegas, de Juan Alberto Belloch, Ramón Jáuregui, del ex ministro Jose Bono, el ex presidente del Gobierno Felipe González, el ex lehendakari Jose Antonio Ardanza, Jesús Caldera, Jose Blanco, y del propio Rodríguez Zapatero.
Tras advertir de que ETA está aprovechando la situación para rearmarse, Alcaraz exigió al Gobierno que “deje de dar cabida” al proceso de rendición, pidió la vuelta al pacto antiterrorista y advirtió de que la “rebelión cívica” irá “en aumento” si no se sabe la verdad de los “compromisos adquiridos” con la banda.
Antes, en el transcurso de la manifestación, la nutrida representación del PP quiso también pronunciarse y pedir al Gobierno que escuche lo que Mariano Rajoy denominó “grito de las víctimas” y que no ceda al chantaje, ni a las presiones de una organización terrorista.
A los dirigentes populares le precedía Irene Villa, una de las víctimas “emblemáticas” del terrorismo, quien perdió las dos piernas en un atentado de ETA en 1991 en el que su madre, también presente en la manifestación, resultó herida.
Irene lanzó un mensaje a Rodríguez Zapatero desde la primera fila de la manifestación: “Tu has querido meterte en esto, a ver como sales ahora”, afirmó.