14 años de cárcel para un etarra que colocó un coche-bomba en el aeropuerto de Málaga

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La Audiencia Nacional ha condenado a 14 años de cárcel al presunto etarra Ismael Berasategui Escudero por su participación en la colocación de un coche-bomba en el aeropuerto de Málaga el 26 de julio de 2001, que pudo ser desactivado por los Tedax, pero que causó un “peligro real para la multitud” de personas que se encontraban en el lugar.

En concreto, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha considerado que Berasategui, que se negó a declarar en el juicio, es culpable de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa, de un delito de robo de vehículo a motor con finalidad terrorista y de un delito de falsedad en documento oficial con igual finalidad.

En la sentencia, hecha pública hoy, el tribunal señala que la “amplia prueba testifical y pericial” llevada a cabo acredita “suficientemente” la culpabilidad del procesado en estos tres delitos.

Según el relato de hechos probados, Berasategui, presunto miembro del comando 'Behorburu', y Ainhoa Barbarín, ya condenada a 14 años de cárcel por esta causa, se encargaron de trasladar hasta Málaga un vehículo con las placas dobladas en el que habrían colocado un artefacto explosivo con 53 kilos de Titadine-dinamita.

Berasategui y Barbarín formaban junto a Xabier Zabalo Beitia, también condenado por la Audiencia Nacional por esta causa, el denominado comando 'Behorburu', dedicado a la preparación de vehículos, previamente sustraídos, para su preparación y posterior utilización como coches bombas.

Para este fin, Berasategui y Zabalo montaron un taller de lavado de vehículos, que, según explica el tribunal, utilizaban “dentro de la actividad que los tres venían desarrollando como integrantes del 'comando legal Behorburu'”.

En el registro del domicilio del procesado, los agentes encontraron las placas de matrícula originales del vehículo utilizado en atentado frustrado y en la empresa que constituyó junto a Zabalo, la documentación del automóvil robado y anotaciones manuscritas de varios teléfonos móviles, entre ellos el del aparato que fue utilizado para reinvindicar el coche bomba de Málaga.

AMPLIO “CONJUNTO DE PRUEBAS”

El tribunal sostiene que el “conjunto de pruebas” permite concluir que el ahora enjuiciado y los dos ya condenados “fueron los que en el proyecto común y unitario que conformaba la actividad del comando sustraen el vehículo, sustituyen las placas de matrícula, preparan el artefacto explosivo y ubican el coche-bomba en el aeropuerto de Málaga, dispuesto para su explosión temporizadan a las 8 horas del 26 de julio de 2001”.

La sentencia recalca además la “capacidad destructiva” del coche-bomba, ya que “el maletero donde se ubicaba el explosivo estaba dirigido hacia la zona de llegada de los viajeros, en la planta baja del aparcamiento que soporta la estructura del mismo y sobre el que pasa la carretera de salida”, lo que suponía “un peligro para la vida e integridad física” de los usuarios del aeropuerto“.

Berasategui huyó a Francia y fue detenido el 15 de mayo de 2002, pero logró escapar de una cárcel francesa, después de que su hermano lograra suplantar su identidad tras una entrevista en la sala de visitas. El presunto etarra fue detenido de nuevo en enero de 2003 en el suroeste de Francia y fue entregado de manera temporal a las autoridades españolas el pasado 18 de febrero, junto a Aitor Cortazar.

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