España estará en la misión hasta que se consiga “el objetivo político”
TOLEDO, 15 (EUROPA PRESS)
El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Aire José Julio Rodríguez, ha respondido este miércoles a las exigencias de Estados Unidos para que España se implique en operaciones ofensivas en la misión internacional en Libia recalcando que “no es más combativo el que lanza una bomba que el que está protegiendo al que lanza la bomba”.
Durante su intervención en el seminario 'Nuevos paradigmas de defensa y seguridad' organizado por la Asociación de Periodistas Europeos en Toledo, el jefe de las Fuerzas Armadas ha insistido en que la participación española en la misión 'Unified Protector' de la OTAN es “muy importante” y ha criticado el recurso al concepto del “más guerrero”, porque todos los medios implicados “participan en combate”
En la actualidad, España contribuye a la operación con cuatro aviones de combate y dos de reabastecimiento en vuelo para la zona de exclusión aérea y una fragata, un submarino y un avión de patrulla marítima en el embargo de armas naval. En total, están desplegados unos 500 militares.
El general Rodríguez ha insistido en que, en un conflicto, un piloto que dirige un 'caza' “no es más combativo que el piloto de transporte”, porque “hacen falta todos los medios que participan” para cumplir la función. De hecho, ha recalcado que precisamente los aviones de repostaje en vuelo son “una carencia fundamental” entre los aliados que participan en la misión.
El JEMAD ha insistido en que “todos” los medios participan en la misión y ha recalcado que “no es más combativo el que lanza una bomba que el que está protegiendo al que lanza la bomba”, como tampoco “es más combativo el que reabastace a quien va a realizar una misión que quien la realiza”. Por ello, ha asegurado que no minusvalora el “riesgo” que corren los militares españoles porque “están volando todos los días y cumpliendo una misión de tanto o igual riesgo que la que realiza el que lanza una bomba”.
ESPAÑA ESTARÁ HASTA EL FINAL
Además, el general ha recalcado la importancia de que los países que participan en una misión puedan mantener el compromiso inicial y ha recordado que el Gobierno español ha garantizado a la Alianza “la sostenibilidad de la misión hasta que se consiga el objetivo político”, que es que el dictador Muamar Gadafi abandone el poder.
El general ha reconocido que no se puede predecir cuándo se va a alcanzar el objetivo político --“no hay una fecha predecible para poder decir va a ocurrire esta semana o en dos o tres meses”, ha dicho--, pero ha hecho hincapié en que lo que hay que “asegurar” es que “desde el punto de vista técnico” la misión es “sostenible el tiempo necesario”.
Para ello, es necesario “ajustar” los recursos que se tienen y garantizar que los medios pueden estar “hasta el final de la misión”, teniendo en cuenta además que se puedan mantener los compromisos en otros escenarios internacionales. “Y es lo que hemos garantizado al Gobierno”, ha dicho.
Preguntado por si se contempla que finalmente haya que desplegar tropas sobre el terreno para poner fin al conflicto, el general ha vuelto a defender que la solución no es “exclusivamente militar” y ha recordado que nunca se ha contemplado que fuera así. Si cambiara el enfoque, ha dicho, haría falta, en primer lugar, una nueva resolución de la ONU que permitiera la entrada por tierra y “otro tipo de estrategia”, aunque, según ha indicado, “es una hipótesis que no se contempla”.
No obstante, ha reconocido que se está estudiando una “solución post conflicto”, que contempla la participación de “actores regionales”, como la Unión Africana o países árabes, que serían precisamente a los que les correspondería “poner las botas sobre el terreno”.
LOS RIESGOS DE LA GLOBALIZACIÓN
En su intervención inicial, el general ha hecho un análisis de los nuevos retos en defensa y seguridad a los que se enfrenta la comunicad internacional, para defender que los riesgos y amenazas de la sociedad actual no son “superiores” a los de hace unas décadas, aunque su novedad hace que no se comprendan en su totalidad. Además, ha hecho especial hincapié en que los efectos de la globalización, que hace que cualquier acontecimiento en “casi cualquier parte del mundo” termine “afectando de una forma u otra” a todos los países.
Además, ha recalcado el peligro que supone que “actores no estatales”, como redes de tráfico ilegal y grupos terroristas, se hayan mostrado “ mucho más hábiles y dinámicos” a la hora de “aprovecharse de la globalización” y puedan competir con Estados débiles. En concreto, se ha referido a la situación en el Cuerno de Africa con la piratería y ha alertado de la posibilidad de que todo se agrave “si el vecino Yemen termina por hundirse” en la violencia.
Por ello, y dada la multiplicidad de los escenarios de riesgo, ha defendido que los conflictos no se pueden atender con iniciativas “exclusivamente nacionales”, sino que hay que recurrir a la cooperación y a las misiones internacionales, que “bien encuadradas” son “un instrumento 'standar' para atender las crisis de seguridad” que, en la “mayoría” de los casos no se deben a amenazas materiales, sino al desgobierno de ciertas regiones, a conflictos civiles o catástrofes naturales.
De este modo, ha explicado, las Fuerzas Armadas no son ya elemento suficiente para resolver los problemas, sino que deben actuar coordinados con actores civiles para poder llegar a “un enfoque correcto” a los conflictos.