Zapatero piensa en López Aguilar como sustituto de Javier Solana
Juan Fernando López Aguilar vuela alto y cada vez más lejos. Según pudo saber CANARIAS AHORA en fuentes cercanas al Palacio de la Moncloa, el presidente Zapatero piensa en él como sustituto de Javier Solana, que concluye su mandato en 2009, con 67 años de edad.
López Aguilar encabezará la lista del PSOE al Parlamento europeo en las elecciones que tendrán lugar en junio de 2009, pero Estrasburgo podría ser sólo una “parada y fonda” de un destino de mayor responsabilidad: secretario general del Consejo de la Unión Europea (UE) y Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). El cargo lo ostenta ahora Javier Solana, ex ministro de Felipe González, cuyo mandato expira en 2009.
Cuando concluyó sus funciones al frente de la OTAN en octubre de 1999, Solana ideó para la UE un cargo que fue muy bien acogido entre los mandatarios europeos: “Mister PESC”, que es como se conoce comúnmente. De hecho, ejerce “de facto” como ministro de Asuntos Exteriores de Europa y secretario del consejo donde acuden los 27 presidentes. La reforma del tratado constitucional prevé que este cargo asuma también la política de defensa común y comience a ejercer como tal el día en que entre en vigor.
En julio de 2004 Solana “renovó” durante otro periodo de cinco años. Según estas fuentes, aunque todavía queda un año para adoptar esta decisión, Zapatero desea que se produzca un “cambio” en este cargo, si es que continua en manos españolas, y para ello debe contar con el concurso y la anuencia del propio Solana. En el caso de que éste decida prolongar su gestión hasta los 72 años o el Consejo Europeo piense en un nuevo dirigente de consenso con otra nacionalidad, López Aguilar también cuenta en los planes del presidente para “otros posibles puestos” en Europa, que no han sido precisados. Con ello premiaría la “disciplina” y el “silencio” con el que ha encajado primero su salida del Consejo de Ministros y luego su regreso a Canarias como candidato autonómico, así como sus resultados electorales (+27,5% respecto a 2004).
Hay que recordar que en el caso de sus dos predecesores en Europa, tanto Enrique Barón como Josep Borrell fueron elegidos presidentes del Parlamento europeo una vez que tomaron posesión de su escaño en Estrasburgo, debido a la gran experiencia y ascendente político que los eurodiputados socialistas españoles poseen en los despachos de Bruselas y a la unión por los mismos “colores” con los que juegan junto al PP cuando se trata de defender cargos para españoles (también fue presidente el “popular” José María Gil Robles con los votos de los eurodiputados del PSOE). A favor de López Aguilar juega también el hecho de que el presidente Zapatero se ha convertido en un “referente global” de la socialdemocracia europea por ser uno de los pocos líderes de izquierdas que gobiernan, por su “alianza de civilizaciones” y por su política de marcado acento social, que es elogiada sobre todo por los laboristas ingleses, socialistas galos y socialdemócratas alemanes.
Por contra, la entrada en Europa supone la práctica desaparición de la escena política nacional, tal y como le ocurrió a Barón y Borrell, y también a su adversario del PP, Jaime Mayor Oreja. Las distancias físicas y la apretada agenda europea, inmersa ahora en una transcendental reforma del Tratado de Lisboa, tras el “no” en el referendum de Irlanda y el rechazo del controvertido presidente polaco, el gemelo Lech Kaczynski, hacen que los eurodiputados vuelquen su trabajo en este ámbito casi a tiempo completo.