Gresca política entre Paulino Rivero y Román Rodríguez

“Román Rodríguez ha apagado la voz de Canarias en Madrid, le ha puesto una mordaza de traición vil a las Islas” así de tajante se mostró Paulino Rivero, presidente de Coalición Canaria (CC) con Román Rodríguez, presidente de Nueva Canaria (NC), tras la reunión que mantuvo este sábado con el Comité Permanente de CC en Las Palmas de Gran Canaria.

A Rivero no le ha gustado nada que Román Rodríguez se pase al Grupo Mixto en el Congreso, para desvincularse del todo de CC. Ello ocasiona que los parlamentarios Luis Mardones y la persona que sustituya en el Congreso a Paulino Rivero, posiblemente Ana Oramas, se vean obligados a cambiarse también al Grupo Mixto y perder así, las ventajas que supone constituir un grupo parlamentario en el legislativo central.

Con la acción de Rodríguez, Rivero tiene miedo de que acaben los doce años de representación nacionalista canaria en el Congreso y contesta a las palabras del presidente de NC, que se refirió a la “falta de trabajo en equipo, que se respira en Madrid” con el argumento de que no trabaja con “niñadas pueriles” sino “con hombres”.

El partido nacionalista de Rivero, entiende que Rodríguez pone de manifiesto “su interés particular y ansias de poder, que le llevan al servilismo con el Partido Socialista Canario (PSC), aunque ello suponga ir en contra de Canarias”.

Represalias

Rivero exigió que Rodríguez devuelva el escaño: “Él salió diputado como cabeza de lista por CC y por lo tanto debe devolver el escaño que ocupa para que se siente el siguiente en la lista de nuestro partido”. “Que renuncie por ética y con dignidad, o nos veremos obligados a recurrir a la Asociación del Pacto contra el Transfugismo, para que pase al grupo de diputados que no tienen derecho a nada” continuó.

Ante estos ánimos crispados entre las filas de CC, Rivero contestó sobre el futuro próximo de los diputados del Congreso con esperanza: “La vida sigue, renovaremos en las próximas elecciones generales el equilibrio en el Senado. Es posible que consigamos un diputado en las generales, por la provincia de Las Palmas y por la de Santa Cruz de Tenerife hasta tres”.

Román contraataca

Por su parte, el presidente de NC, Román Rodríguez, considera que la amenaza del líder de CC, Paulino Rivero, es una “patraña” porque el grupo de no adscritos no existe en el Congreso y subrayó que el grupo que integraban se denomina de CC-NC, por lo que rechazó que sea un tránsfuga.

Rodríguez sostiene que no ha “traicionado” a Canarias, pues el que lo hizo fue CC al pactar en Canarias con el PP, un partido que por estar en la oposición no aporta ventajas de entendimiento con el Gobierno central, y todo por mantenerse en la “poltrona” de presidente de Canarias, apostilló.

Rodríguez explicó que el grupo ya no era la voz de Canarias, sino de ATI, y recomendó visitar la página de Internet para comprobar el nombre del grupo -CC-NC por acuerdo de Rodríguez y Rivero-, la inexistencia de los no adscritos y de la comisión del pacto sobre el antitransfuguismo a la que aludió Rivero.

Román Rodríguez explicó que se mantuvo en el grupo mientras hubo posibilidades de entendimiento con el Gobierno central, pero éstas han acabado al pactar con el PP.

Además, prosiguió, Canarias tenía grupo en el Congreso porque el PSOE les había “prestado” dos diputados.

Román Rodríguez agregó que las últimas elecciones “dejaron claro” quién representa al nacionalismo en Gran Canaria, con lo cual es diputado gracias a los votantes de su formación y, por el contrario, fueron consejeros como José Carlos Mauricio o María del Mar Julios los que se mantuvieron en el poder con los votos de NC.

En cuanto a los presupuestos generales, agregó que intervendrá en los debates y defenderá a Canarias, algo que no podrá hacer CC, que ha pactado con el partido más opuesto a los asuntos que defienden los nacionalistas.

Rodríguez consideró difícil de explicar que CC defienda la reforma del Estatuto y pacte con el partido más “antiautonomista” que existe, ya que ni siquiera apoyó la tramitación de la modificación.

Por todo ello, concluyó que la decisión fue meditada y tomada tras un “somero, claro y contundente análisis” producto de la “deriva de ATI cada vez más conservadora”.

Rivero “no tiene ninguna autoridad y lo que diga me entra por un oído y me sale por el otro”, aseveró.