CC exige a NC unidad de voto en Madrid y apoyo a Clavijo en Canarias para ir juntos a las generales

El adelanto de las elecciones generales lo complica todo. Tanto como mezclar lo que sucede en Canarias a nivel político con lo que pueda ocurrir en Madrid. Es lo que está pasando en estos momentos con la negociación aún abierta entre Coalición Canaria y Nueva Canarias, más otros grupos nacionalistas, regionalistas e insularistas para cerrar una coalición electoral de partidos cara a la cita del 23 de julio.

El principal escollo radica en las posiciones de los dos partidos mayoritarios, CC y NC. A estas alturas del partido, Coalición Canaria exige a Nueva Canarias unidad de voto en las intervenciones que tengan sus diputados, por Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, en Madrid. Según apuntan fuentes de la negociación, CC entiende que no se puede dar de nuevo la imagen de esta legislatura, con Ana Oramas (CC) votando en un sentido y Pedro Quevedo (NC), en otro. Nueva Canarias, por su parte, quiere libertad de voto.

Pero no solo de votar al unísono en Madrid se trata. Coalición ha puesto encima de la mesa a NC que apoye la investidura de Fernando Clavijo a la Presidencia del Gobierno de Canarias, a pesar del pacto ya prácticamente cerrado entre CC y PP y el previsible apoyo a estos de los gomeros de ASG y los herreños de AHI.

La razón esgrimida por los nacionalistas conservadores en la mesa de negociación no es otra que la de mantener un criterio unificado, lo que en las filas de los canaristas de NC ha sentado como un ataque frontal a su independencia como partido político. Según la hoja de ruta marcada por CC en estas rondas de contactos, NC tendría que apoyar a su principal contrincante no solo en el Gobierno canario a cambio de nada, sino dar su voto a la previsible investidura de Núñez Feijóo después del 23J, si el PP se alza con el triunfo sobre el PSOE y le salen las cuentas para gobernar España, con o sin Vox.

La negociación no está rota. Esta misma mañana de martes Nueva Canarias convoca a los medios para valorar todas estas cuestiones, sin que el plazo para cerrar coaliciones electorales, que deberían formalizarse este miércoles y concluye el viernes, sea un obstáculo para seguir negociando, ya que la fórmula alternativa sería la de formar una alianza de partidos, no una coalición electoral. Para ello, se tiene el mismo plazo que el resto de partidos políticos, como la última opción de concurrir en solitario.

Otra de las opciones que está encima de la mesa, si no se logra un acuerdo en torno a la unidad de voto (negociada en cada caso una a una entre NC y CC, no un cheque en blanco para un futuro gobierno PP-Vox que para NC es inasumible), sería que los dos diputados que puedan obtener los partidos nacionalistas por las dos provincias canarias se abstuvieran. Nada de votar una cosa y la contraria. 

Este es el principal escollo para un acuerdo que contempla, por ambas partes, que NC y CC se repartan al 50%, dos años cada uno, el escaño que se pudiera obtener por las islas orientales. También está cerrado que el número 3 de la lista sea de Unidos por Gran Canaria, el partido de Bravo de Laguna que en 2019 concurrió junto a CC a las elecciones autonómicas y ahora lo ha hecho en solitario sin obtener representación.

Unidos por Gran Canaria obtendría, a cambio, al menos dos altos cargos dentro de las áreas del Gobierno de Canarias que detente Coalición Canaria en su pacto con el PP. Eso mismo le ha replicado Nueva Canarias a Coalición Canaria ante su petición de que apoye la investidura de Clavijo: pues déjame entrar en el Gobierno.