Díaz Tejera tilda de ''debate fulanista'' la lucha de poder en el seno PSOE canario
El fondo del reciente debate “fulanista”, “del móvil” y de “la presencia física” está en los diferentes puntos de vista con los que las corrientes del PSC encaran el futuro del proyecto político del partido, que se ha de decidir en el próximo congreso regional de noviembre.
Así lo manifestó este sábado en una rueda de prensa el senador socialista por Gran Canaria Arcadio Díaz Tejera, en referencia a las últimas declaraciones del presidente del partido, Jerónimo Saavedra, quien consideró que las “contradicciones” suscitadas en sus filas en torno a las mociones de censura de La Oliva (Fuerteventura) y Valle Gran Rey (La Gomera) no surgirían si no se gobernara el partido “por el móvil, sino con la presencia física”, en clara alusión a su secretario general, Juan Fernando López Aguilar.
Al respecto, Díaz Tejera dijo estar “ajeno al debate fulanista” y manifestó su intención de “desvelar” que lo que aparece como tal “no lo es”, como ocurre “en las películas de suspense”, en las que “al principio se dan un par de imágenes para confundir al espectador y lo que hay que hacer es desvelar” después lo que realmente ocurre.
“Lo que intento decirle a la sociedad canaria es que lo que está pasando es que hay un debate político de fondo acerca del ser o no ser del PSC y qué política hay que desarrollar y, en función de ella” qué equipo humano elegir “para que la haga posible y le de credibilidad, porque si no, todo se reduce a que A no quiere a B, y eso no es la realidad. Como en muchas ocasiones, la imagen es una cosa y la realidad es otra”, aseguró.
Díaz Tejera agregó que el debate previo al próximo congreso regional del PSC “no es biológico, ni de tipo generacional ni acerca de la calidad de la comunicación de los seres humanos en el siglo XXI, sino un debate acerca del ser o no ser político del proyecto del PSC”.
“No se trata de un congreso plebiscitario en torno a JFK sí, o JFK no, sino a si el PSC es una masa indiferenciada de un circuito de poder en el que todos hablan con el mismo lenguaje, con los mismos latiguillos de en base a, a nivel de, posicionamiento; se intercambian puestos de poder como si fueran cromos, todos son iguales, todos actúan de la misma manera, y cada cuatro años en función de uno o dos parlamentarios de diferencia se intercambian los cromos y las posiciones, o, por el contrario, como ha sucedido en el último año, el PSC tiene un discurso propio y subraya su perfil autónomo como un proyecto de progreso vinculado a la canariedad y a los valores que tradicionalmente han caracterizado a la izquierda”, dijo.
En su opinión, “quien ha simbolizado, no buscándolo, no deseándolo, no peleándose por ese papel, esa etapa en el último año ha sido Juan Fernando López Aguilar, de ahí el esfuerzo tan intenso por deteriorarlo al máximo porque es el ariete, la proa de un proyecto que no se conforma con bendecir el estatus quo establecido en el archipiélago, sino que quiere cambiarlo” porque “no le hace la pelota a los poderosos, sino que trata de vertebrar un discurso a favor de los que no tienen de todo y de los que no tienen poder”.
El senador afirmó que simpatiza “abiertamente con las personas que expresan lo que piensan” y manifestó “que el presidente del PSC ha hecho muy bien expresando lo que piensa”.
“Los partidos políticos no son ni mejores ni peores que la sociedad a la que representan y dentro de los partidos o los sindicatos, las ONG, los medios, las empresas, las familias o las universidades, se dan los mismos conflictos que se dan en toda la sociedad, y la mejor garantía de que esos asuntos se aborden en clave de superación y maduración no es taparlos de una manera opaca, sino con toda franqueza hablarlos y debatirlos, hacerlos transparentes al conjunto de la sociedad”, refirió.
Sin embargo, opinó que el asunto central del debate del congreso ha de ser “qué quiere hacer el PSC en los próximos cuatro años”, al tiempo que consideró que “la diferencia hay entre el PSC del último año respecto a atrás en el tiempo es que en el último año” el partido “se ha dotado de un discurso que ha subrayado su perfil autónomo, no mendiga, no hace la pelota y tiene un discurso muy nítido que ha calado en un montón de sectores de la sociedad que no votaba y esperaba una opción de progreso clara, sin conchabeos ni pasteleos”.