Duro enfrentamiento entre PSC y PP antes de la aprobación de las cuentas de 2008
El pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó este jueves el presupuesto municipal para 2008 por un montante global de 420 millones de euros, un 13% más que el hasta este jueves vigente, incluyendo las previsiones económicas de las empresas públicas y los institutos municipales. El debate se saldó con un crudo enfrentamiento entre la oposición, representada por los concejales del PP, y el gobierno local, de mayoría del PSC-PSOE. Los populares ridiculizaron las cuentas, insistiendo en que se basan más en gastar que en generar recursos para los ciudadanos, y los socialistas les advirtieron que ese planteamiento les haría perder credibilidad. La votación contó con el apoyo de los 17 ediles de la mayoría local y el rechazo de los 11 conservadores presentes en la sesión.
El concejal de Hacienda, Rodolfo Espino, subrayó el eslogan con que los socialistas han defendido a capa y espada su primer presupuesto tras su regreso a la alcaldía 12 años después: “La prioridad son las personas”. El dirigente socialista, que defendió en solitario las cuentas y contestó casi sin exclusiones los continuos embates del portavoz rival, el popular Felipe Afonso El Jaber, explicó las razones del crecimiento porcentual de las cuentas, que achacó entre otras cuestiones al “esfuerzo sin precedentes” en la inversión en los distritos, con un 80% de aumento, y la mayor “equidad social” merced a un 60% de subida en las políticas sociales.
Felipe Afonso le replicó con el resumen de la visión que él mismo, la portavoz del grupo, Pepa Luzardo, y su compañero Ángel Sabroso habían dado sólo 24 horas antes ante los periodistas: más gasto corriente y más burocracia, aunque esta vez no nombró a los altos cargos. En cambio, sí entró a saco con su interpretación de descenso en las inversiones en materia de vivienda y ridiculizó el aumento de políticas sociales citando una partida de 120.000 euros “para fiestas” en esa área.
Fue entonces, ya en su segundo turno, cuando Espino reaccionó acusando a su rival de “venir al pleno a jugar al Trivial”, al entresacar pequeñas partidas para hacer una crítica global a las cuentas. Pero la frase calificativa que más utilizó el concejal de Hacienda fue la de “jugar con pompas de jabón”, terminología que aplicó para intentar desmontar algunas críticas del día anterior. “No es justo que ustedes estén generando ansiedad”, dijo el socialista al tiempo que negaba que, por ejemplo, no hubiese fondos para ayudar a una ONG (la Obra Social de Acogida y Desarrollo) o para financiar un convenio “que no existe” para la ampliación del Museo Canario.
Enmiendas a la totalidad
El PP cambió su discurso en su segunda intervención con la presentación de una batería de propuestas que partía de una enmienda a la totalidad: que los presupuestos quedasen encima de la mesa para, a cambio, solicitar un descenso del coste de personal y los gastos corrientes para disminuir los pasivos financieros ?el previsto endeudamiento en 12 millones de euros en caso de que el Gobierno de Canarias no incremente los fondos de la Ley de Capitalidad- y propiciar inversiones en materia cultural, que los populares reducen a la creación de nuevas bibliotecas; deportiva, con la construcción de más instalaciones; y de ocio, con la previsión de parques y espacios libres.
Pero para los socialistas esa propuesta llegaba tarde y, además, estaría infectada de contradicciones e ilegalidades. Rodolfo Espino adelantó que no apoyaría la enmienda a la totalidad ni ninguna otra apreciación parcial aunque “me hubiera gustado”. Y es que el titular de Hacienda advirtió de que “es ilegal” limitar el coste de las vacantes previstas en el capítulo de personal.
Antes de la votación todavía hubo tiempo para un último enfrentamiento entre Espino y Afonso. El primero pidió la abstención a los populares como ya hicieran sus compañeros hace una semana en el Cabildo de Gran Canaria, con la consecuencia de la dimisión de sus cargos orgánicos en el partido de su portavoz, Larry Álvarez. “Es trágica la situación del PP porque su dirección no les deja abstenerse”, apostilló el socialista, que fue respondido por el popular con una acusación directa: “el final ha sido penoso porque es el de una persona que no cree en los partidos políticos”.
La traca final la puso el alcalde, Jerónimo Saavedra, que casi arrancó un aplauso de la oposición en bloque cuando negó una contrarréplica al concejal de Hacienda.