La diáspora venezolana en Gran Canaria celebra en las calles de la capital el golpe contra Nicolás Maduro

Tres de los manifestantes que celebraron el 'golpe' contra Nicolás Maduro en la manifestación convocada en Las Palmas de Gran Canaria.

Natalia G. Vargas

Las Palmas de Gran Canaria —

“Se ha abierto la puerta para que podamos volver a Venezuela y reconstruir el país”. La presidenta de la asociación Casa Venezolana-Gran Canaria 7 Estrellas por la unión de la comunidad venezolana y la canaria, Greta Martín, no ha ocultado su esperanza ante la autoproclamación del líder opositor Juan Guaidó como nuevo presidente de Venezuela durante la tarde de este miércoles.

Banderas venezolanas han decorado este 23 de enero la capital grancanaria, que se convirtió en un “Cabildo abierto por los derechos humanos”. Así lo han reivindicado los más de cien asistentes que han acudido a la concentración convocada por la asociación 7 estrellas para “luchar por la democracia y recuperar la Asamblea Nacional que Maduro les arrebató”.

Megáfono en mano, Greta Martín ha coreado junto a cientos de personas concentradas en la capitalina Plaza de San Telmo “¡ya cayó ese Gobierno, es el momento de la verdad!”. 

La proclamación de Guaidó se ha producido en Caracas durante una gran manifestación contra el presidente Nicolás Maduro. En ella, Guaidó ha jurado la Constitución y ha prometido liderar un Gobierno de transición y lograr expulsar del país a su predecesor.

Según la portavoz de 7 Estrellas, la fecha de este día que quedará para la historia de Venezuela no es casualidad. Hace 61 años, el 23 de enero de 1958, un golpe de Estado puso fin a la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. “La historia se repite, este tiempo ha sido un aprendizaje”, señala Martín.

Mariángel Lugo observa con entusiasmo cómo se va sumando cada vez más gente a la concentración de San Telmo. Lugo llegó hace cuatro años a Gran Canaria junto a su hijo, que hoy tiene cinco años. “No podía comprar leche, ni pañales para mi bebé. Me fui de Venezuela en busca de seguridad”, confiesa. Sin embargo, irse no fue fácil. “Allí el sueldo medio es de diez euros y un billete de ida puede costar casi mil”, revela.

Junto a ella, Luz Yamelín destaca que “el conflicto no existe solo en cuanto a recursos materiales”, sino que principalmente ha provocado la fragmentación de familias. “Llevo ocho años en Gran Canaria; ocho años sin ver a mi gente. Me fui porque me puse enferma de nervios y Canarias me ha sanado”, subraya. Así, Yamelín confía en que este acontecimiento suponga el comienzo de una “estabilización” del país que permita el regreso de todas las personas que “han tenido que huir a distintas partes del mundo”.

Por su parte, la presidenta de la asociación 7 Estrellas advierte de que los próximos días serán intensos y decisivos con motivo del importante impacto de este acontecimiento. “Es posible que haya represalias por parte de las organizaciones delictivas que actúan en favor del régimen dictatorial”, alerta.

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