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Canarias se atasca en el supermercado virtual

Solo el 32% de los canarios tiene un servicio de conexión a internet de más de 30 Megas.

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

“Quebradero de cabeza”, “un imposible”, “frustración”… Todos estos calificativos fueron escuchados en el Parlamento de Canarias para definir el estado del comercio electrónico en las Islas, que no termina de despegar cuando el mercado único digital europeo está llamando a las puertas.

“En comercio electrónico estamos mucho más lejos” del resto del mundo que geográficamente, llegó a decir la diputada de Podemos en el Parlamento de Canarias Concepción Monzón. ¿Y por qué en pleno siglo XXI los canarios parecen estar en el XIX en cuanto a la fórmula de compra-venta que está triunfando en el resto del globo terráqueo?

¿Por qué es un infierno comerciar por internet cuando tener un régimen especial en el Archipiélago no es el origen de los problemas surgidos con el comercio electrónico sino que debería suponer una ventaja al tener una menor tributación? Si cuando una mercancía llega a Canarias se aplica una carga impositiva del 7% frente al 21% de IVA establecido en el resto de España, ¿por qué es un suplicio?

Pues, precisamente, por ese “privilegio”, como lo llamó la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, que es el Régimen Económico y Fiscal (REF), que aunque nos supone una baja tributación nos obliga a tener aduana. Eso es lo que hace que, como aseguró el socialista Gabriel Corujo, sea “incomprensible que no se conozca el precio final del producto que se compra al haber costes variables”.

Efectivamente, los costes motivados por la intermediación de los agentes que intervienen en el despacho de aduanas son el origen del encarecimiento de hasta el 40% del precio de los envíos, así como el motivo por el que algunas empresas no atiendan los pedidos realizados desde Canarias. Así, si un canario, desde su casa, hace clic para comprar un producto que una empresa online vende por 70 euros, lo más probable es que al final tenga que desembolsar 98 euros, encontrándose con la posibilidad de que le salga más caro aún que si lo hubiera adquirido en cualquier establecimiento no virtual del Archipiélago.

Por ello, desde julio de 2014 el anterior consejero de Economía y Hacienda, Javier González Ortiz, llegó a un acuerdo con la Agencia Tributaria Estatal para que se pudiera presentar el Documento Único Administrativo (DUA) de importación directamente por la empresa vendedora cuando se trate de una venta realizada por internet.

De esta manera, el comprador canario podrá recibir en su domicilio el producto sin ningún otro trámite y sin añadir costes adicionales a las cantidades ya abonadas al vendedor en el momento de la compra online, incluyendo los derivados de los trámites de aduana y de los impuestos que correspondan a la mercancía.

Esta vía tenía la ventaja de que, en el momento de la adquisición, el cliente podía conocer con exactitud el importe final de su pedido evitando así incertidumbres sobre el gasto definitivo, pero no arreglaba el problema del encarecimiento del producto. Es decir, se conocía el sobrecoste de antemano, no cuando recibías la compra, lo que permitía al usuario hacer cuentas antes de decidir si hacer click o no con el ratón del PC.

Otra medida adoptada en 2014 buscó no sólo facilitar el comercio con destino a Canarias sino en dirección Canarias-Península, suprimiendo el DUA de exportación para aquellos casos en los que el valor de la mercancía fuera inferior a 10.000 euros o cuando los envíos no fuesen entre sedes de la misma empresa.

Y eso que pese a todas las trabas, la facturación estimada del comercio electrónico de la empresa al consumidor en Canarias ascendió a 378,7 millones de euros en 2013, un 36% más que el año anterior. Tras las medidas adoptadas en julio de 2014, durante ese año el volumen de negocio del comercio electrónico en Canarias se incrementó hasta los 447 millones de euros, lo que representa el 1,08% del PIB regional.

Todos estos datos demuestran que, pese a las trabas que existen, las transacciones por internet son un fenómeno que “ha llegado para quedarse”, como ha asegurado la propia consejera de Hacienda, por lo que hay que buscar soluciones para que los isleños dejen de estar discriminados en el supermercado virtual.

Según el informe elaborado por la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información , más de medio millón de personas realizaron compras por Internet, lo que supone un 30,8% de la población entre 16 y 74 años, frente a un 42,4% de media nacional. Es decir, que los índices de consumo para Canarias siguen siendo inferiores en proporción a la media estatal y europea.

Guerra al DUA

Por eso, una de las medidas que anunció en el Parlamento la consejera es que, desde la última semana de febrero, las compras inferiores a 150 euros que se realicen a través de internet no estarán obligadas a presentar el DUA con el fin de evitar los sobrecostes en las operaciones (hasta ahora el mínimo exento estaba fijado en 22 euros), medida que según los cálculos de Dávila, afectará a tres millones de transacciones virtuales. Eso sí, quien compre un producto de 151 euros, que sepa que probablemente podría llegar a pagar al final 211 euros por el mismo.

La de la exención aduanera no fue la única medida anunciada, pues también avanzó la simplificación del modelo de autodespacho para que su cumplimentación sea más intuitiva y no haya que contratar a un tercero para realizar el trámite (lo que supone siempre un coste añadido), y establecer un mecanismo para que sea la administración quien facilite a los compradores el número de declaración sumaria necesario para la cumplimentación del autodespacho.

Ofensiva ante la UE

Asimismo, el Gobierno de Canarias ha solicitado reuniones con la responsable de la Unidad RUP, Pascale Wolcarious, y las dos máximas autoridades en la Comisión Europea con competencias directas en el European Digital Market: el comisario Gunther Ottinger y el vicepresidente Andrus Ansip, para que la UE “deje de tratar al Archipiélago como un territorio diferenciado” y los canarios (empresas y particulares) puedan participar en el negocio online como el resto de los ciudadanos.

Y es que Canarias puede quedar descolgada del Mercado Único Digital Europeo, que consiste fundamentalmente en eliminar las barreras nacionales a las transacciones efectuadas online. Transacciones que van desde las inversiones en infraestructuras para ofrecer conexiones de internet a los costes de envío para comprar un aparato electrónico online, pasando por la posibilidad de ver un canal de TV de pago de un país desde otro distinto.

Pero el Ejecutivo que preside Fernando Clavijo no es el único que mantiene una ofensiva para que el Archipiélago no quede fuera de esta megacentro comercial online. El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar ha exigido el pasado mes de enero a la Comisión Europea que tome medidas para que se eliminen los obstáculos que, como el DUA, lastran el desarrollo del comercio electrónico, pues en su opinión “la ultraperiferia no puede ser impedimento para la competitividad y es crucial para alcanzar un verdadero mercado único digital”.

Y en Madrid, en plena efervescencia política y mediática para conformar el futuro Gobierno de España, la diputada nacionalista Ana Oramas ha presentado una iniciativa en el Congreso de los Diputados para que el futuro gabinete negocie con Bruselas medidas para evitar que los consumidores y empresarios se vean penalizados con “extracostes de intermediación abusivos” por comprar desde el Archipiélago, así como garantizar el “acceso efectivo” a la misma oferta comercial que disfrutan los ciudadanos de toda la UE.

Eso y corregir los “frecuentes errores impositivos” en la compra de bienes digitales, de modo que en lugar del IVA se cobre el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) como corresponde.

Solucionar todo este entramado burocrático e impositivo es lo único que permitirá que Canarias pueda llenar, por fin, su carro de la compra virtual. De lo contrario, las Islas seguirían “estando muy lejos” incluso en una aldea global como la que existe en el siglo XXI.

Un e-comercio que en Estados Unidos está creciendo cuatro veces más que la tasa del comercio minorista físico, que en China se ha incrementado un 51% y que en India se espera que pase de los 13.000 millones de dólares facturados en 2013 a los 70.000 mil millones de dólares en 2020.

Si Canarias queda anclada en las transacciones tradicionales, quedará fuera de la mejora de eficiencia al rebajarse los costes de las transacciones, y los consumidores no podrían acceder a productos nuevos en rápida evolución, ni a precios inferiores, ni a más opciones, pues no tendrían facilidad para optar entre varias las ofertas.

Brecha digital

Pero no solo las trabas burocráticas son un handicap para el comercio electrónico. Como puso de manifiesto el diputado Jesús Ramos, de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), un buen acceso a internet es fundamental. ¿Canarias está sumida en la llamada brecha digital o tiene unas bases tecnológicas bien asentadas?El término brecha digital hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a Internet y aquellas que no.

Como reconoce la Estrategia RIS3 del Ejecutivo regional, a pesar de que se ha conseguido el objetivo del servicio universal de un acceso a internet básico de banda ancha de 1 Mega, tan solo el 32% de los canarios tiene un servicio de más de 30 Megas, lo que hace necesaria la extensión de las redes de nueva generación en toda la población.

Según ese documento, atendiendo a la distribución geográfica de las líneas de banda ancha en Canarias, “destacan con buenos índices de penetración la isla de Lanzarote, las zonas metropolitanas de las islas de Gran Canaria, Tenerife y La Palma, y las zonas turísticas y algunos municipios más de Tenerife y Gran Canaria”.

El resto está en el mundo 0.3 y no en la Web 3.0, que ya va camino del 4.0 en el resto del globo terráqueo industrializado.

Haría bien, por tanto, el Gobierno canario, en reparar una brecha digital sin la cual, de nada valdrá acabar con las trabas aduaneras para equipar el comercio electrónico de las Islas al del resto del mundo.

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