Antonio levanta el campamento
“Ahora a desmontar esto”. Armando Suárez se refiere a la carpa que durante 16 días ha cobijado a Antonio Pérez Medina, en huelga de hambre, a las puertas de la sede del Gobierno regional en Las Palmas de Gran Canaria. Con una sonrisa, el representante del 15-M y otros compañeros se ponen a levantar el campamento. Los abogados de Antonio les han anunciado este jueves que el banco ha paralizado la orden de desalojo sobre la finca en la que trabaja y vive Antonio con su familia. “Se ha logrado el primer objetivo”, dicen. Pero la guerra no ha acabado, aunque la solución al problema puede estar cerca, según el encuentro mantenido el miércoles con el vicepresidente del Ejecutivo canario, José Miguel Pérez, y el director general de Infraestructuras Educativas (y ex consejero insular de Agricultura), Demetrio Suárez.
Después de dos semanas sin ingerir sólidos (ayer, por primera vez, Antonio dejó también de beber), el ganadero volverá esta tarde a reestablecer la dieta. “Está nervioso y eufórico”, explicaba Armando por la mañana, “está gastando una energía que no le queda”. Antonio Pérez comenzó una huelga de hambre el pasado 17 de agosto frente a la sede del Gobierno Canario en Las Palmas de Gran Canaria para protestar por la falta de soluciones ante un error que le está llevando a la ruina. En 2005, la Consejería de Agricultura le obligó a deshacerse de sus reses tras diagnosticar erróneamente un brote de tuberculosis. Tras esto, se comprometió a arreglar la situación y que evitaría cerrar la explotación.
De momento, el ganadero ha conseguido arrancar un compromiso de los dos miembros del Ejecutivo. Según han explicado algunas de las personas presentes en la reunión, ambos cargos han asegurado que buscarán una solución al problema, que lleva coleando ya seis años. “Buscarán una fórmula”, explican, “algo como las ayudas a la producción agrícola”. El asunto, han prometido los socialistas a los manifestantes, se discutirá este viernes en el Consejo de Gobierno.
Antonio es optimista. “Yo veo actitud”, dice, agotado, pero ansioso, incapaz de sentarse. “Demetrio (Suárez) es la mano derecha de José Miguel (Pérez)”, comenta confiado sobre el ex consejero de Agricultura del Cabildo grancanario, “es un defensor de lo nuestro”. Pese a la alegría, e incapaz de decidir qué es lo próximo que va a comer, el ganadero tiene los pies en la tierra, y muy hundidos. En estos últimos días solo ha abandonado el campamento para regresar a casa a cuidar de las pocas reses que le quedan, “cuatro, dos grandes”. Ahora espera poder recuperar las cabezas con las que hacía el queso y la leche que le permitía ganarse la vida. “A ver”, dice, porque también es consciente de que han sido seis años de promesas incumplidas.
El pasado 22 de agosto, él y representantes del 15-M, IU y los sindicatos CCOO y UGT, mantuvieron una reunión con el viceconsejero de Presidencia del Ejecutivo regional, Jorge Rodríguez. No saben si la decisión del Banco Santander de detener el desalojo, confirmada por la secretaría judicial tiene que ver. “No sé porqué habrá sido”, dice Antonio. Desde el 15-M valoran que se haya cedido ante la “presión social”, aunque haya habido que esperar al primer día después del parón de agosto para lograr cerrar el primer objetivo y permitir poner fin a una huelga de la que el propio Antonio se veía saliendo “en horizontal”.
