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Las Canteras festeja el Día de los Océanos con la suelta de tortugas

Una tortuga camina hacia el mar este viernes. (Efe/Ángel Medina)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Una tortuga carey -muy poco frecuente en Canarias- volvió este viernes de nuevo a la libertad del mar desde la playa de Las Canteras y junto a otras cuatro tortugas bobas, una de ellas felizmente recuperada de los daños causados por un anzuelo de pesca clavado en su garganta.

En su tránsito al mar las tortugas recibirán el aliento de unos 300 alumnos de Enseñanza Primaria y Secundaria, que ayudarán a los técnicos veterinarios a que los animales vuelvan a su medio natural desde la zona de La Puntilla. “Es un sitio magnífico” para que recuperen su vida en libertad ya que es un Lugar de Interés Comunitario, con sebadales y una colonia permanente de calderones grises además de medusas, que forman parte de la alimentación de las tortugas marinas, explica Pascual Calabuig, veterinario jefe del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) de Tafira, en Gran Canaria.

Dos de las tortugas que este viernes fueron soltadas en Las Canteras -una de las bobas (Caretta caretta) y la carey- regresan a Gran Canaria tras una estancia de aclimatación en el Loro Parque de Tenerife, dentro del programa de colaboración entre su Fundación y el Cabildo de Gran Canaria. Las tortugas estuvieron alojadas en el acuario de Loro Parque, que tiene un programa educativo para niños, y ahora formarán parte de la suelta que han organizado la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria y la Concejalía de Ciudad de Mar del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente y el Día Mundial de los Océanos.

En peligro de extinción

Pascual Calabuig precisa que la tortuga carey es más pequeña que la C“ y tiene la particularidad de las escamas de su caparazón están superpuestas, no es migradora como la tortuga boba y suele permanecer estable en una zona, por lo que no es habitual que aparezcan ejemplares de esta especie en las costas canarias.

La que este viernes volvió al mar en Las Canterias apareció varada el 9 de marzo en la playa del Burrero en estado débil, con arañazos y señales de haberse golpeado contra las rocas. Su recuperación ha sido rápida tanto en el CRFS como en el acuario de Loro Parque.

La otra tortuga procedente del citado acuario fue hallada el 8 de enero de este año en la costa grancanaria con un anzuelo clavado en la garganta, lo que le provocó un agujero porque posiblemente alguien intentó sacarla de un barco levantándola con sus 35 kilos de peso desde la caña de pesca. También ella ha concluido la última fase de la recuperación en el acuario de Loro Parque y una de las educadoras de la Fundación, María Fernández, señala que previamente en el Centro de Tafira se les hacen las curas necesarias y las operaciones que resulten pertinentes, pues a veces es preciso amputar alguna aleta.

Existen siete especies de tortugas marinas y todas están en peligro de extinción y por eso es tan importante la labor de rescate, aunque en Canarias lo más frecuente es encontrar tortugas bobas, cuya ruta habitual pasa por las islas tras hacer los nidos en el Caribe. Muchas tortugas aparecen con golpes en el caparazón y los daños más graves son provocados por ingerir plásticos, pues a veces confunden las bolsas que flotan en el agua con medusas y debido a la forma de su aparato digestivo, cuando empiezan a tragar una sustancia no pueden expulsarla de nuevo por la boca y soltarla.

También las anillas de los plásticos que sujetan latas de refresco se enganchan a sus aletas y a veces llegan en tal estado de descomposición que deben ser amputadas, aunque el animal puede sobrevivir con tres de estos miembros, explica María Fernández.

Programas educativos

La estancia de estos animales marinos en el acuario de Loro Parque brinda la oportunidad de que formen parte de su programa educativo y que los niños y público en general conozcan por qué fueron rescatados y los problemas que surgen de la contaminación marina, la basura, los vertidos de petróleo y el riesgo que les provoca el aumento del tráfico marítimo.

A ello se une el programa Nautilus de videoconferencias con el que Loro Parque Fundación conecta al menos una vez al mes con centros escolares de toda España, y en el que durante este curso han participado 256 colegios con unos 12.000 alumnos. Cada mes se selecciona un animal -orcas, gorilas, delfines, tiburones- y se envía material sobre dicha especie para que los alumnos puedan trabajarlo en clase y preparar sus preguntas para cuando llegue el momento de la conexión por videoconferencia con las instalaciones de Loro Parque, señala la educadora María Fernández.

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