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Dos policías nacionales de baja en LPGC por ''acoso laboral''

Dos agentes de la Policía Nacional permanecen de baja médica como consecuencia de un presunto caso de acoso laboral en la Comisaría de Distrito Sur de Las Palmas de Gran Canaria.

Así queda reflejado en los informes psicológicos de ambos afectados, a los que ha tenido acceso CANARIAS AHORA, que vinculan directamente los trastornos de ansiedad que padecen con “el acoso laboral que sufren en su lugar de trabajo”.

Federico Quintana, policía jubilado y presidente de la Asociación Canaria de Víctimas de Acoso Laboral (Acval), se ha erigido como portavoz de los dos funcionarios policiales.

El origen del conflicto con uno de los agentes se habría producido, según Quintana, por elevar una queja sobre un “uso injustificado” de vehículos de los denominados K (los que no tienen distintivo policial) por parte del Inspector Jefe de la mencionada comisaría, Eulogio G. G.

A partir de ese momento, hace casi cinco años, el agente de la Policía Nacional, que es representante sindical, habría sufrido acoso moral en su lugar de trabajo, que se manifestaba, siempre según la versión de Acval, en la “negación sistemática” de su periodo vacacional y de las horas extra o en la apertura de expedientes administrativos tras acusaciones “malintencionadas” de su superior por retrasos en la atención a los ciudadanos.

Quintana acredita una sentencia del Juzgado de lo Contencioso- Administrativo de Las Palmas de Gran Canaria que paraliza una pena de 20 días impuesta por la Dirección General de Policía.

En el segundo de los casos, el supuesto acoso laboral se habría venido produciendo desde hace unos “13 o 14 meses” tras una solicitud del funcionario policial, también sindicalista, para rebajar sus turnos de trabajo con la finalidad de una mejor conciliación laboral y familiar.

El presidente de Acval asegura que el Inspector Jefe llegó a amenazar al agente con una suspensión de 3 años de empleo y sueldo por un presunto delito de abandono de servicio cuando, en realidad, “había sido citado por la Jefatura central”.

Acval anuncia la intención de los dos agentes policiales de emprender las acciones legales que se consideren oportunas ante una situación que califica de ''terrible''.

Por su parte, fuentes oficiales de la Policía Nacional de Las Palmas de Gran Canaria aseguran no tener constancia de denuncias ni a nivel interno ni a nivel judicial, aunque sí reconocen la existencia de expedientes disciplinarios que se encuentran bajo secreto.

Litigio judicial

El propio presidente de la asociación, Federico Quintana, mantiene un litigio judicial con el máximo responsable de la Comisaría de Distrito Sur, tras la denuncia que presentó ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria en octubre de 2008, a raíz de una detención que tilda de ''ilegal''.

El arresto se produjo cuando Quintana se disponía a denunciar la aparición en su domicilio de un envoltorio que contenía una bala de pistola de 9 milímetros y el mensaje Hay otra para tu cabeza. Quita las denuncias o..., que habría encontrado tras “oir un golpe en la ventana”.

El ahora presidente de Acval había mantenido numerosos conflictos judiciales con el anterior Inspector Jefe, Félix de B., “amigo íntimo” de Eulogio G.G., con varias denuncias de por medio por otro presunto caso de mobbing, que motivó, según Federico Quintana, su jubilación en 2006 por una depresión crónica.

Al día siguiente de recibir el mensaje amenazante, Verónica S.S., entonces pareja de Federico, acudió a la Comisaría de Distrito Sur para denunciar lo sucedido. El policía jubilado no pudo acompañarla por un compromiso adquirido y demoró unas horas su presencia en las dependencias de la calle Málaga de la capital grancanaria.

Fue entonces cuando agentes de la Policía Nacional procedieron a la detención de Federico por considerarlo sospechoso de la amenaza contenida en el envoltorio. Las sospechas se basaban, según la versión del presidente de Acval, en la aparición de sus huellas dactilares en la bala.

En su declaración en los juzgados, Verónica S.S. afirmó que el Jefe de la Comisaría, Eulogio G.G., le dijo en el momento de presentar la denuncia que “no nombrara a nadie hasta que se supiera algo”. Al mismo tiempo, reconoció que la bala la habían tocado tanto Federico como ella misma, que no le había comunicado a la policía que sospechara de su pareja e insistió en que se encontraba con él en el momento de los hechos.

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