La refinería de Cepsa en Tenerife emite su menor nivel histórico de SO2
Declaración ambiental 2006
Acompañado dafirmó que la infraestructura goza de una “salud excelente y, a pesar de estar a pleno rendimiento y en su máxima capacidad, no hay humos en las chimeneas y los valores que arrojan las casetas instaladas en el perímetro son muy buenos”. Las cuatro cabinas de medida de los valores de inmisión, situadas en puntos críticos de la ciudad (Mercatenerife, Casa Cuna, Viera y Clavijo y Estación 5), toman muestras del aire que respiran los ciudadanos para conocer su calidad.
“Estos valores también han resultado en 2006 considerablemente inferiores a los límites legales”, dijo García García antes de precisar que todos los datos se envían en tiempo real al Centro de Control de Emisiones Industriales de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias. Asimismo, las cifras de inmisión se remiten también al departamento autonómico de Sanidad, “por lo que son datos constatables en cada instante por ambos organismos públicos”.
Por otra parte, Álvaro García resaltó la implicación de los 400 trabajadores de las instalaciones con el medio ambiente: “En la Refinería, le ponemos mucho énfasis a la formación, de tal forma que, en materia de medio ambiente, cada trabajador recibe 16 horas al año de formación”. Por ello, el maximo responsable de la principal industria tinerfeña se mostro con “la conciencia muy tranquila, porque estamos implicados, somos conscientes y consecuentes”.
En cualquier caso, Álvaro García aseguró que, tras las quejas expresadas durante 2006 por los vecinos a causa de los olores, se trata de “minimizarlos en todo momento”. Por otro lado, las emisiones de gases de efecto invernadero se cifraron en 478.961 toneladas de CO2 a lo largo del psado año, “lo que supuso 2.543 toneladas menos que en 2005, siendo la asignación del Ministerio de Medio Ambiente de 443.653”.
Documento certificado por Aenor
La Refinería de Tenerife se inscribió de forma voluntaria en el Registro Europeo de Centros Adheridos al Sistema de Gestión y Auditorías Medioambientales (EMAS) en 2001, por lo que se convirtió en la primera industria canaria en sumarse a la iniciativa y adquirió el compromiso de públicar todos los años su política sobre el entorno.
La Declaración ambiental es auditada y validada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) y subraya el “firme compromiso” de la Refinería y el equipo humano que la conforma con el desarrollo sostenible, así como una búsqueda de la “mejora continua”. Según el documento, se confirma que en 2006 se cumplió el 77% de los objetivos medioambientales planteados, mientras que los restantes se mantiene como fines para este año.
La compañía destinó en 2006 un total 9,3 millones de euros a inversiones y costes medioambientales, de los que 8,2 correspondieron a gastos operacionales y 1,1 millones fueron para inversiones. Precisamente, las inversiones se materializaron, fundamentalmente, en actuaciones encaminadas a la mejora del medio atmosférico, a través de un proyecto de optimización del precalentamiento del horno de una de las unidades de hidrodesulfuración y otro de remodelación del tren de intercambiadores de calor de la unidad Cadu, con el objetivo en ambos casos de aumentar la eficiencia energética de la Refinería, reduciendo el autoconsumo de combustibles y las emisiones de SO2 y CO2.
