R.Unido.- Animar a los pacientes con fatiga crónica a aumentar su actividad mejora sus síntomas
LONDRES, 18 (Reuters/EP)
Ayudar a los pacientes con síndrome de fatiga crónica a superar sus límites y tratar de aumentar su actividad produce una mayor tasa de recuperación que hacerles aceptar la enfermedad y recomendarles que se adapten a una vida con límites, según una investigación del King's College de Londres publicada este viernes en 'Lancet'.
El equipo de Trudie Chalder, del King's College, realizó este estudio sobre 640 pacientes en Reino Unido que padecían esta enfermedad, en quienes compararon la eficacia de las terapias que aumentaban gradualmente su actividad y aquellas que animaban al paciente a adaptar sus actividad al nivel de energía que poseían.
Para evaluar su éxito, los autores midieron parámetros como la fatiga, la función física de los pacientes y la habilidad para llevar adelante una vida normal. Además, usaron test para averiguar cuánto espacio pueden recorrer estos pacientes en seis minutos y analizaron el sueño, el humor y los niveles de fatiga que estas personas experimentan después de realizar un esfuerzo.
Todos los pacientes del ensayo recibieron cuidados médicos especializados, que incluían consejos sobre el manejo de la enfermedad y fármacos para tratar síntomas como el insomnio o el dolor.
Al término del estudio, descubriendo que mejoraron más del 60 por ciento de los pacientes con terapias que aumentaban gradualmente su actividad, unos resultados duplican los de la terapia adaptativa, con un 30 por ciento de éxito. Los pacientes cuya terapia les animaba a aceptar los límites de su enfermedad y adaptar a ella su estilo de vida mostraron menor mejoras tras 24 y 52 semanas de seguimiento.
El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad debilitante a largo plazo, que genera invalidez física y fatiga mental, baja concentración, problemas de memoria, dificultades para dormir y dolor muscular y de las articulaciones. Este síndrome también se conoce como encefalomielitis miálgica y afecta a unos 17 millones de personas en todo el mundo.
No existe cura para este problema y los científicos desconocen sus causas. Muchos pacientes que la sufren dicen que su enfermedad apareció tras una infección viral. Sin embargo, sus vínculos con un virus conocido como XMRV han sido desmentidos por una reciente investigación, que ha descubierto que su posible relación se debía a la utilización de muestras contaminadas en el laboratorio.