Supervivientes de Hiroshima y Nagasaki llevan por el mundo un mensaje de paz
Un superviviente de las bombas de Hiroshima y Nagasaki que desembarcó este sábado en Las Palmas de Gran Canaria del buque Mona Lisa, que lleva por el mundo un mensaje de paz y antinuclear, dijo que esta catástrofe hizo que su hijo muriera a los 16 años de leucemia “40 años después del final de la Segunda Guerra Mundial”.
“Esto es lo horrorosas que son las bombas atómicas”, afirmó entre lágrimas Talcahisa Yamamoto, uno de los integrantes de la expedición nipona, quien contó que tenía sólo un año cuando Estados Unidos ejecutó los bombardeos atómicos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, aunque su madre, que sobrevivió a los ataques, los rememoró siempre como “el infierno”.
Yamamoto forma parte de una expedición de cien supervivientes de esta catástrofe nuclear que tienen entre 62 y 84 años.
Su Viaje Global por un Mundo Libre de Armas Nucleares se inició hace dos meses en Tokio y proseguirá a Venezuela tras su paso por la capital grancanaria, ciudad que se ha adherido a la red de Alcaldes por la Paz, como han hecho otras 125 españolas y más de 2.400 de otros 131 países con el objetivo de erradicar las armas nucleares en 2020.
El señor Ueno, director del crucero Mona Lisa, en el que viajan estos cien luchadores por la paz, que este sábado desembarcaron en el Puerto de La Luz y de Las Palmas junto a otros 600 pasajeros, explicó que el buque, de la ONG japonesa Barco de la Paz, fue fundado en 1983, de ahí que este año se conmemore su 25 aniversario, e informó de que éste es su sexagésimo tercer crucero por el mundo.
Durante su estancia en Las Palmas de Gran Canaria, sus pasajeros intercambiarán opiniones con la población local acerca del respeto a los derechos humanos y el medioambiente, además de ofrecer su testimonio como afectados por las armas nucleares, como suelen hacer en todos sus viajes, dijo.
Por su parte, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, consideró que este crucero es una “experiencia educativa que llena de ánimo para luchar siempre por la paz” y dijo que, aunque tenía sólo nueve años cuando ocurrieron los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, recuerda los titulares de los periódicos de la época que informaban de lo que sucedió.
“Nunca he sido aficionado a la lectura de guerra, pero los efectos de esos bombardeos siempre me atrajeron por el alto precio que pagaron los ciudadanos japoneses”, refirió Saavedra a la expedición del Mona Lisa, a la que recibió tras su desembarco en el muelle.
El alcalde explicó a los supervivientes de las bombas atómicas que Las Palmas de Gran Canaria tiene “poco más de 500 años” y que España sólo ha vivido una “experiencia dramática”, la de la Guerra Civil, que “dejó marcado a un país que hoy es una democracia firme que cuenta con una Constitución que el próximo 6 de diciembre cumplirá 30 años”.
Además, subrayó el “magnífico afecto y relación que han tenido y mantienen Las Palmas de Gran Canaria y Japón desde hace 50 años”, tiempo en el que gran parte de la flota pesquera nipona ha recalado en los muelles de la ciudad, que la actualidad acoge a “algunos miles de japoneses”.
Saavedra también destacó los monumentos a la paz que se erigen en dos de los municipios de Gran Canaria: San Bartolomé de Tirajana y Telde y anunció que el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobará el próximo 28 de noviembre el manifiesto por el que se adherirá al grupo de Alcaldes por la Paz.