Las cooperativas de Las Palmas de Gran Canaria estudian llevar la ordenanza del taxi a los tribunales

Parada de taxis del Parque de San Telmo en Las Palmas de Gran Canaria.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Las cooperativas de taxistas de Las Palmas de Gran Canaria no descartan recurrir en los tribunales la nueva ordenanza municipal del sector si no acepta modificarla el Ayuntamiento en varios puntos en los que chocan frontalmente con lo dispuesto por la corporación, han anunciado este lunes.

Cuestiones como la fijación de un uniforme igual para todos los conductores y la prohibición de recoger pasajeros en el Puerto de La Luz que no sean las dos paradas específicas del Muelle Santa Catalina y, sobre todo, la obligación de instalar en los vehículos terminales de pago con tarjeta y sistemas de seguridad con seguimiento por satélite son los mayores puntos de desacuerdo.

Ya que los profesionales consideran “una auténtica barbaridad” que se les imponga asumir los desembolsos que implicarían esas medidas en el momento actual, cuando el sector ha visto reducirse en un 40% su facturación respecto a los años de antes de la crisis, según ha declarado este lunes su portavoz Vicente Muñoz, presidente de la Cooperativa San Cristóbal.

Muñoz ha hecho estas críticas durante una rueda de prensa en la que ha comparecido junto a los presidentes de otras dos cooperativas de la ciudad, Roberto Delgado, de la de Las Palmas, y José Luzardo, de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi, para exponer los apartados de la nueva ordenanza que entienden que “no pueden aguantar” los profesionales del ramo, según ha dicho.

Destacando que las tres organizaciones de las que unos y otros son dirigentes suman la representación del 99% del sector en Las Palmas de Gran Canaria y que, por ello, han negociado el texto elaborado por el Ayuntamiento en distintos momentos de la tramitación que ha seguido desde que se hiciera su borrador inicial, llegando a acuerdos en numerosos asuntos pero no en otros.

José Luzardo ha valorado los resultados conseguidos en los momentos de negociación pero ha matizado que ello no implica que las cuestiones en las que no ha habido consenso vayan a ser aceptadas por los taxistas, que critican además el hecho de que el gobierno municipal, del PP, haya aprobado ya formalmente el referido reglamento pese a saber que aquellos se oponían a varios apartados.

Apartados como el relativo al establecimiento en la ciudad de “taxis de primera y de segunda” categoría, diferenciando los que pueden ser de uso turístico de los que no, que Luzardo ha rechazado con el argumento de que “si un vehículo está apto para un servicio lo está para el otro”.

En especial, porque en la ordenanza se prevé que a todos los taxistas se les apliquen iguales tarifas y normas en el resto de aspectos que les atañen, sean turísticos o no, ha precisado.

Y ha recalcado que, aunque la nueva ordenanza esté aprobada, las cooperativas del sector confían en que el Ayuntamiento dé marcha atrás, porque “siempre se puede rectificar”, y que, en caso contrario, no descartan recurrir a la vía judicial, declarando: “Esperamos no tener que ir a los tribunales”.

Una vía esta en la que otro de los asuntos que estarían dispuestos a plantear los taxistas de la capital isleña es la obligación de usar un uniforme único, compuesto por un pantalón y una camisa de formas y colores concretos e iguales para todos los conductores, que se pretende establecer con la aplicación del nuevo reglamento, ha subrayado Roberto Delgado.

Quien ha explicado que los trabajadores del sector están dispuestos a que se impongan unas normas básicas sobre su apariencia que hayan de guardar, como usar camisas o polos y pantalones y zapatos de vestir, en vez de deportivos, pero sin tener que ir todos con el mismo atuendo.

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