Las universidades públicas canarias actúan con distintos protocolos ante los casos de machismo

Protesta de alumnas de Tenerife ante la clase de un profesor de la ULL

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Presuntos casos de sexismo han aflorado en las últimas semanas en las dos universidades públicas canarias. Las estudiantes de Tenerife dieron la voz de alarma el pasado 8 de marzo aprovechando la huelga de mujeres convocada para reivindicar la igualdad. Ese día protestaron fuera de la clase de un profesor al que señalan por acoso sexista. Las alumnas grabaron un vídeo que ya tiene casi 250.000 reproducciones. “No vamos a permitir el acoso sexual y sexista en la universidad”, grita una de las alumnas con un megáfono.

Después de que estas imágenes se difundieran por las redes sociales, la Universidad de La Laguna (ULL) envió un comunicado asegurando que no puede activar su protocolo por acoso sexual si no se presenta una denuncia. “Este Rectorado no actúa ante una cadena de rumores o de linchamiento público que no se fundamenta en denuncia alguna, sino que lo hace bajo un procedimiento garantista para todas las partes, donde la confidencialidad y el respeto al proceso se ajustan en todo momento a la legalidad…” Afirmaciones que reiteró el rector Antonio Martinón después de que la Cadena Ser contactara con algunas alumnas que afirmaron estos acosos pero que se niegan a denunciarlo por miedo.

La ULL insiste en que “no tolera” el acoso sexual ni sexista y que fue una de las universidades pioneras en contar con un protocolo para actuar contra estas situaciones. Desde 2015, la institución académica, compuesta por 22.000 personas,  ha actuado hasta en diez ocasiones por estos casos.

La afirmación de que no se puede actuar sin denuncia ha sido reprochada duramente por La Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC), muy activa en La Laguna. El colectivo asegura que sí que se puede actuar según el protocolo de la universidad, el cual “se está incumpliendo”.

De hecho, en el artículo 3 de este documento que se puede consultar en su página web se especifica que “cualquier persona que considere que  ha sido objeto de acoso sexual o sexista en el ámbito de la ULL, tiene derecho a presentar comunicación o denuncia”. Además, en el artículo número 8 se deja claro que esta “reclamación o denuncia” podrá presentarla la persona que se considere víctima de acoso, la representación del personal o del alumnado o “cualquier otra persona que, siendo miembro de la comunidad universitaria, tenga conocimiento de la existencia de una conducta de acoso sexual o sexista”.

Antonio Martinón subrayó que no quiere dar la imagen de que desde la Universidad no se ha querido actuar pero insistió en que nadie le había explicado qué había ocurrido. “Solo he visto un vídeo, el cual me ha parecido mal ya que eso no se puede hacer en un Estado de derecho, en una situación democrática, así no se hace justicia, no puede ser que 20 o 30 personas insulten y acosen”.

El rector afirmó que hay profesoras que han animado a alumnas a que denuncien si han sufrido estos casos de acoso, algo que AMEC critica ya que considera que con esta afirmación Martinón pone de manifiesto que “tiene constancia de estos casos en los que no se actúa”.

Así mismo, Martinón lamentó que se dañe la imagen de la ULL. “No se puede hacer una acusación general que daña la imagen de la universidad pública y en contra de los intereses de las mujeres”.

Este viernes a última hora, Amec solicitó una reunión urgente con el rector para abordar estos casos de acoso que se han conocido este último mes. Tras la polémica, Martinón escribió este sábado un post en su perfil de Facebook asegurando que este mismo viernes conoció los testimonios de varias alumnas que afirman haber sido acosadas por un profesor. “Elogio mucho la valentía que han demostrado y agradezco su importante contribución a la eliminación de esos comportamientos de nuestra Universidad”, dice ahora el rector.

En consecuencia, asegura que se aplicarán “las normas” y “manteniendo las debidas garantías de protección a las personas denunciantes y de presunción de inocencia respecto a los posibles acusados. A ello nos aplicaremos”, destaca.

En riesgo de perder el curso por embarazo

La ULL también ha centrado el foco de atención en los últimos días por el caso de una estudiante de Enfermería embarazada que pidió posponer sus prácticas para poder recuperarse del parto. La vicedecana rechazó en un escrito su petición alegando que “no existe como norma ningún tipo de adaptación que ampare situaciones personales”.

El vicerrector de Estudiantes de la ULL, José Manuel García Fraga, ha asegurado a este medio que se está estudiando el caso y cree que pronto tendrá una solución para esta alumna. Explica que el problema es que en verano no hay personal en la Escuela de Enfermería que pueda tutorizar estas prácticas. No obstante, en su escrito, la estudiante lo que siempre ha pedido es que se le busque una solución y que está dispuesta a adaptarse.

Nunca ha exigido que estas prácticas las tenga que recuperar en verano, sino a partir del 18 de mayo. La alumna lleva desde el 26 de febrero asistiendo al hospital a pesar de que tiene ocho meses de embarazo por miedo a perder la asignatura, de 18 créditos, y que de suspenderla correría el riesgo de perder la beca de estudios.

El vicerrector insiste en que se trata de un caso puntual, que no es algo frecuente pero en otras ocasiones han hecho cambios de horarios, de grupos y han dado facilidades a otras estudiantes en esta situación.

Comentarios machistas en la ULPGC

De forma diferente se ha abordado otro presunto caso de machismo desde la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. La Delegación de Estudiantes de Ingeniería sí ha alzado una queja hacia un profesor por presuntos comentarios sexistas, por lo que la institución ha abierto ya un expediente informativo para investigar qué ocurrió.

La presidenta del Consejo de Estudiantes se encargó de trasladar la queja al Consejo de Gobierno de la ULPGC, que posteriormente pasó al Rectorado. El vicerrector de Estudiantes, Antonio Ramos Gordillo, asegura que el director de la escuela de Ingeniería le ha enviado un informe con toda la documentación. Ahora, será el servicio de Inspección el que valorará con las partes implicadas el pronunciamiento.

Según explica, la queja vendría motivada después de que un profesor revisara visualmente el contenido del bolso de una alumna y verbalizara en alto lo que había dentro. La estudiante consideró que se trataba de una “invasión” a su intimidad y por ello eleva la queja, que ha sido apoyada por toda la delegación de estudiantes de esa facultad.

Ramos Gordillo subraya que existe “tolerancia cero” ante situaciones machistas en la universidad y que se ha actuado de inmediato. Una vez se cuente con toda la información, la ULPGC tomará medidas.

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