Agentes del Grupo de Medio Ambiente (GRUMA) del Cuerpo General de la Policía Canaria pillaron el pasado miércoles a una persona que se encontraba talando eucaliptos con una motosierra en plena situación de alerta máxima por riesgo de incendios forestales, durante la que se prohíbe el uso de esta maquinaria.
La Policía Canaria actuó tras recibir un aviso desde el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 112 del Gobierno de Canarias en el que le indicaron que se estaba llevando a cabo “la tala de una masa de eucaliptos mediante el uso de maquinaria en una zona de monte de la isla de Gran Canaria”, ha informado este sábado el Ejecutivo canario en un comunicado.
Una vez en el lugar, los agentes constataron la existencia de una amplia superficie de eucaliptos talada y sorprendieron a una persona que se encontraba realizando labores de corta con una motosierra que había ocultado en el interior de su vehículo.
“Esta persona no contaba con el preceptivo título habilitante para el aprovechamiento forestal e incumplía, además, las medidas preventivas vigentes durante la declaración de alerta, entre ellas, la prohibición expresa del uso de maquinaria que pueda generar chispas o deflagraciones y el tránsito o permanencia dentro del monte”, indica la nota.
Por estos hechos, el responsable será propuesto para sanción por infracción de las medidas preventivas en situación de alerta y la realización de aprovechamientos forestales sin la correspondiente declaración responsable ante el Cabildo insular.
Durante el periodo de alerta por riesgo de incendios la normativa vigente prohíbe el uso de máquinas como motosierras, radiales, amoladoras o desbrozadoras con cabezal de cuchilla.
También está prohibido el acceso y tránsito por montes y terrenos forestales, incluidas pistas y senderos, salvo para la actividad de pastoreo autorizado y los terrenos colindantes a 1 kilómetro de suelo urbano.
La Policía Canaria ha recordado que el uso negligente de maquinaria en zonas forestales durante episodios de calor extremo pone “en grave riesgo” la seguridad de las personas, los bienes y el patrimonio natural de las islas, y que es “fundamental” la colaboración ciudadana y el cumplimiento estricto de las normas durante estos episodios para evitar catástrofes como las vividas en años anteriores.