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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Roca y arena negra: seis charcos para sumergirte en Tenerife este verano

Europa Press

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El paisaje de Tenerife destaca por su diversidad. Las playas de rocas y arena negra son uno de los atractivos principales que ofrece la isla, y también los charcos y piscinas naturales, con miles de años de historia.

Formados por la erosión del mar y el viento, las rocas volcánicas se han ido moldeando caprichosamente y han formado estas peculiares zonas de baño que dejan sin palabras y que parecen sacadas de una película. Muchas de ellas en su estado natural y otras, en cambio, adaptadas por el hombre para la seguridad de los bañistas.

Si estás pensando en viajar a la isla, a continuación te ofrecemos una selección de las mejores piscinas naturales:

Charco de La Jaquita (Guía de Isora)

Las piscinas naturales y Playas La Jaquita son unas zonas de baño que se encuentran en el pueblo de Alcalá, municipio de Guía de Isora, en Tenerife sur, en un tramo de zona rocosa que se ha ido acondicionando para mejorar el confort de los bañistas. Se accede de una manera muy sencilla, directamente por el paseo marítimo y peatonal al que se llega andando desde La Playa Alcalá.

Esta piscina se encuentra en un contexto menos natural pero está bien integrada. Si avanzas un poco más encontrarás una parte no intervenida y una zona donde para muchos es un refugio para practicar surf.

Piscinas naturales de Bajamar

Si en algo coinciden las personas que visitan las piscinas de Bajamar, es en que este lugar tiene un magnetismo especial que atrapa. Muy bien equipadas para todo tipo de bañistas se puede disfrutar de un apacible baño mientras se disfrutan de las olas.

Estas piscinas son ideales para pasar un día con la familia, ya que el conjunto está formada por dos grandes y una pequeña para los niños. Bajamar se ha consolidado como un auténtico parque acuático natural familiar.

Una playa de arena rubia protegida del ímpetu oceánico en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, cuyo casco ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

Charco del Viento (La Guancha)

Gracias a las antiguas erupciones volcánicas que llegaron al mar y se enfriaron rápidamente se creó este charco de aguas cristalinas. Esta pequeña bahía natural formada por dos brazos de lava, es perfecto para practicar pesca y snorkel, ya que sus dos brazos de lava resguardan la zona del fuerte oleaje.

Es un lugar muy frecuentado por los turistas debido a la gran belleza y singularidad del sitio. El charco del Viento es la zona de baño más concurrida de La Guancha y uno de los charcos más célebres y con mejor acceso del norte de Tenerife.

Piscinas naturales de Punta de Hidalgo (San Cristóbal de La Laguna)

Las piscinas naturales de Punta de Hidalgo son de las más visitadas y uno de los lugares más destacados de San Cristóbal de La Laguna. Disponen de una amplia zona donde poder tomar el sol y descansar, además de estar acondicionado para todos los públicos.

El paisaje y las puestas de sol son dos de las motivos que invitan al visitante a disfrutar del baño casi obligatorio en esta piscina infinita.

Las piscinas naturales cuentan con la distinción de Bandera Azul, lo que garantiza un excelente estado de las aguas y calidad en los servicios.

Charco El Calentón (Garachico)

Estos charcos que hoy en día son uno de los principales atractivos turísticos del municipio, se crearon en 1706 con la última erupción del volcán Trevejo. Las formas caprichosas del Caletón es lo que más llama la atención de los bañistas.

El baño es apto para todos los públicos, ya que las aguas suelen ser tranquilas pero hay que tener cuidado, ya que el mar en esta zona es bastante fuerte.

Bañarse en El Caletón permite contemplar parte de uno de los cascos históricos más bellos de las Islas Canarias, los espectaculares acantilados de La Culata y las vistas hacia el resto de la costa norteña.

Charco de La Laja (San Juan de La Rambla)

Este charco aparece casi por sorpresa al final de una de las calles del municipio de San Juan de la Rambla, y solo con verlo desde el mirador, impresiona.

Para acceder a él, hay que bajar unos escalones habilitados, y ya podrás zambullirte en aguas cristalinas y disfrutando de las vistas del océano Atlántico de fondo.