Licencia definitiva para la terraza exprés que se apropia de una calle de Santa Cruz de Tenerife pese a la oposición vecinal

Pulso entre los residentes de la calle Santa Clara, en Santa Cruz de Tenerife, y el gobierno municipal, liderado por Coalición Canaria (CC) junto con el Partido Popular (PP), por las terrazas exprés que se han adueñado de la vía. La comunidad de vecinos ha pedido a la concejalía de Seguridad, Movilidad, Accesibilidad y de Promoción Económica, cuya máxima responsable es Evelyn Alonso, que retire todo el inmobiliario (sombrillas, sillas, mesas, parasoles) que ha dificultado el tránsito, sobre todo para las personas que padecen una minusvalía. El Ayuntamiento ha desoído las quejas y ha respondido aprobando una licencia de tres años para que uno de los locales siga desarrollando su actividad en el exterior.

El revuelo se remonta a semanas atrás. Las terrazas exprés, que estarán vigentes hasta que finalicen las medidas de protección contra el coronavirus, según indicó el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, no eran un problema para los vecinos de la calle Santa Clara. Ellos defienden que entendían la norma, necesaria para salvar al sector hostelero, y que iban a mirar para otro lado siempre y cuando no se sobrepasara un límite.

Las líneas rojas comenzaron a cruzarse cuando se produjo un pequeño incendio en uno de los pisos. Los bomberos tuvieron que sortear toda clase de mobiliario para acceder al domicilio. Al final quedó en un susto. Pero el miedo, aseguran, sigue ahí. Por eso tocaron la puerta del Ayuntamiento, que aceptó concretar una reunión para escuchar las reclamaciones y buscar una solución, según indicó el propio consistorio a este periódico.

La respuesta no ha sido una retirada de las terrazas ni tampoco una reducción del espacio público a ocupar. La calle sigue cortada después de que la corporación local aprovechara las autorizaciones exprés para cerrar el paso al tráfico, siendo esta, según dijo Evelyn Alonso, un ejemplo de lo que quieren hacer en otras zonas de la ciudad. La vía es de unos seis metros de ancho. Una de las sombrillas, como se puede observar en la imagen, está literalmente apoyándose en una de las ventanas del edificio. Pero lo que ha hecho el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha sido renovar de forma definitiva la licencia de una de esas terrazas, con el visto bueno del Servicio Técnico de Proyectos Urbanos, Infraestructuras y Obras.

“Los vecinos afectados nos encontramos, otra vez, ante la política de hechos consumados, lo cual no hacen sino agrandar nuestra percepción de abandono y falta de confianza en las autoridades competentes”, señala uno de los miembros de la comunidad. “Todavía seguimos esperando la llamada para la reunión prometida con las otras áreas concernidas en el proyecto [Urbanismo y Servicios Públicos]. Ya sea por delicadeza, sensibilidad o respeto que merece cualquier ciudadano, dicha llamada debió producirse, pero nunca llegó”. Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, pero no ha recibido respuesta.

Los residentes de la calle Santa Clara han señalado que no se van a quedar de brazos cruzados. Saben que detrás del Ayuntamiento hay unos servicios jurídicos muy potentes, y que se verán envueltos en un “incierto final”, pero sostienen que están dispuestos a afrontar lo que venga. Como sustento moral y legal se apoyan en una sentencia del Tribunal Supremo de 2013, que anuló las terrazas interiores en Elche por ser un obstáculo para las personas invidentes. Y en otra resolución mucho más reciente, esta vez del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que obligó a retirar la terraza del Café La Villa, en Ribadesella, por no respetar el itinerario peatonal accesible.