Las terrazas exprés se adueñan de una calle en Santa Cruz de Tenerife

Terrazas en la calle Santa Clara, en Santa Cruz de Tenerife.

Toni Ferrera

0

En la calle Santa Clara, en Santa Cruz de Tenerife, cada vez cuesta más hacerse un hueco entre tantas mesas, sillas, parasoles y sombrillas. La vía ya era pequeña, de unos seis metros. Pero esta acumulación de muebles, destinados para las terrazas exprés que el Gobierno de Canarias aprobó para salvar al sector hostelero de un cerrojazo continuo por la pandemia, dificultan el paso. 

Hace unos días se produjo un incendio en uno de los pisos la calle, peatonalizada y cortada al tráfico, por lo que los bomberos tuvieron que abrirse paso andando entre el mobiliario desplegado. Al final quedó en un susto, pero el miedo en los vecinos sigue presente. “¿Y cuándo sea necesaria una ambulancia para algún residente? Ese mobiliario no podría ser retirado con las premuras de una emergencia. Y qué decir con quince o veinte comensales ocupando las terrazas en caso de una deflagración Da pánico pensarlo”.

Los que padecen una minusvalía o deben hacer uso de una silla de ruedas lo tienen aún más complicado. El artículo 49 de la Constitución Española señala que los poderes públicos harán todo lo que esté en su mano para prestar una atención especializada a quienes sufran alguna incapacidad física, sensorial o psíquica. Eso, según denuncian los vecinos de la vía Santa Clara, no se está cumpliendo. 

“Los vecinos hemos mirado para otro lado cuando, esas terrazas y en aras de ayudar al sector, se han implantado con permisos exprés de los Ayuntamientos en calles y plazas de nuestra geografía municipal”, relata uno de los afectados. “Eso es una cosa. Pero hasta aquí hemos llegado. Con la salud de los vecinos no se juega”. 

Para ellos la legitimidad de esa medida no se sostiene. Se apoyan en una sentencia del Tribunal Supremo de 2013 que anuló las terrazas interiores en Elche por ser un obstáculo para las personas invidentes. O en otra resolución mucho más reciente, esta vez del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que ratificó un fallo del magistrado David Ordóñez que obligaba a retirar la terraza del Café La Villa al no respetar el itinerario peatonal accesible. 

El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, aprobó la vigencia de las terrazas exprés hasta que finalicen las medidas de protección contra el coronavirus. Lo hizo afirmando que “se podrá acordar la retirada de las ocupaciones excepcionales y provisionales del dominio público por razones de interés general o cuando se aprecie un cambio de circunstancias”. 

En poco más de medio año, esta iniciativa ha estado envuelta de polémica. El Consistorio local ha concedido licencias para las terrazas exprés sin comprobar antes si cumplen o no la normativa. El mecanismo empleado es, en palabras del concejal de Bienestar Comunitario, Servicios Públicos, Sanidad y Ocupación de la Vía Pública, Guillermo Díaz, el de la “comunicación previa”. El Ayuntamiento se fía de la población. Dice que la ciudadanía ya es “suficientemente madura (…) como para saber cuáles son sus requisitos”. La obligación de presentar planos y una memoria del proyecto como se haría en un procedimiento ordinario se ha eliminado para “reducir los plazos”.  

La corporación municipal confirma que se ha reunido con los vecinos de la calle Santa Clara para abordar la problemática. Eso hace un mes. Preguntado por este periódico, la consejería de Seguridad, Movilidad, Accesibilidad y de Promoción Económica, cuya máxima responsable es la concejala tránsfuga de Ciudadanos (Cs), Evelyn Alonso, asegura haber iniciado las revisiones para que “[las terrazas exprés] en ningún caso supongan un problema de accesibilidad y movilidad en la vía pública”.

síguenos en Telegram

Etiquetas
stats