La cámara de seguridad de la casa donde se cometió el 6 de julio de 2023 el crimen de Arona, en El Fraile (sur de Tenerife), y que estos días se juzga en la Audiencia de Santa Cruz grabó a los dos procesados (un hombre y una mujer) presionando a la víctima, hasta que uno de ellos, el hombre, espeta: “Adiós hermano, te mato hermano”.
Las acusaciones, que piden condenas de 20 años por asesinato, han reproducido este martes ante el Jurado los audios extraídos de esa grabación, en la que se escucha a la acusada decir “¡cuéntalo!” y se aprecia cómo la víctima se da cuenta de que ha caído en una encerrona: “Vine aquí a pasármelo bien, no me gusta este rollo”.
En sesiones anteriores del juicio los dos procesados contaron versiones contradictorias en las que se culpaban mutuamente de lo ocurrido.
Los investigadores que participaron en el caso creen que el móvil del asesinato fue una agresión sexual que sufrió la mujer el día de San Juan. Ese 24 de junio, la acusada mantuvo relaciones con varios hombres de forma consentida y, a continuación, el fallecido supuestamente la violó con un palo por celos y como venganza.
Del volcado de los móviles se desprende que el día del asesinato la acusada llamó a la víctima sobre las 20.00 horas y que la conversación apenas duró 35 segundos. En otra sesión del juicio ella negó haber hablado con la víctima ese día.
La madre del fallecido confirmó este dato porque su hijo le contó que iba a casa de la procesada.
En esos días, los mensajes muestran que está avergonzada y se resiste a presentar denuncia y a acudir al médico, pese a que una guardia civil intentó convencerla.
La agente ha testificado que la mujer llegó a decir que tenía ganas de matar a quien la había agredido o que iba “a cazar a ese zorro”, pero que no le dio mucha importancia, porque notó que la mujer estaba ebria y su discurso era “caótico e incoherente”.