La de Miguel Cabrera, la más llamativa

El congreso del PP también presentó algunos detalles a tener en cuenta, como que pusieran a presidirlo a Cristina Tavío, que se empeña en sacar la cabeza con la prudencia necesaria para que se la corten con elegancia. Dentro del PP se valora su inclusión en una vicesecretaría como producto de un pacto para su salida civilizada de la presidencia del PP tinerfeño. También habrá que verlo. Un PP tinerfeño que desde luego registró algunas ausencias muy significativas. Nadie esperaba que por allí se constituyera Alfonso Soriano Benítez de Lugo, bastante perjudicado con la señora Tavio, de la que siempre recuerda (y recordará hasta el fin de sus días) que ha sido la única persona en su larga vida que le ha expedientado. Tampoco era previsible que acudiera Ángel Llanos, de quien guarda muy gratos recuerdos el secretario general saliente, Manolo Fernández, por unas cuantas recalificaciones mal entendidas. Pero lo que muchos se preguntaban es qué cabreo puede haber conducido a que no acudiera uno de los diputados más representativos de la bancada popular, Miguel Cabrera Pérez Camacho, un veterano que cada día se aleja más de la ortodoxia cristiana, entendiendo por cristianismo el movimiento lolailo que ronda los alrededores de Cristina Tavío. Tenerife será uno de los primeros propósitos de Antona, seguro.