Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Una querella política

Ninguna de las decenas de empresas perjudicadas por el resultado del concurso de radios había ido tan lejos en la muy lícita defensa de sus intereses que El Día. A lo más, retirarle el saludo y los micros a Paulino Rivero e interponer contenciosos a discreción. Don Pepito, sin embargo, quiere sangre, y ya le basta con la acción de la fiscal Farnés, que puesta en relación con otros sucesos y salpimentándola con algún invento de los Sanchopanzas, va a dar mucho juego hasta que la querella se archive. Si se fijan, el intrépido editorialista habla de tráfico de influencias por cambiar unas bases y solo nombra a un beneficiado, Miguel Concepción, como si fuera el único que propuso tarot, chistes o boletines de media hora. No. De lo que se trata realmente es de poner a Paulino Rivero en un apuro porque todo el mundo en Tenerife sabe de la estrecha relación que le une con el presidente del Tenerife. Y se trata de enturbiar la imagen del presidente en esa isla, aun a costa de falsedades.

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