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Caso Mediador

El Mediador que un día se hizo pasar por “testigo protegido” y que decía que iba a comprar el Club Deportivo Tenerife

Antonio Navarro Tacoronte, el Mediador.

Carlos Sosa

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Llamada desde un teléfono desconocido:

  • Hola, soy Antonio Navarro. 
  • ¿Navarro Tacoronte?
  • (Risas). Sí, ¿no te acuerdas de mí?
  • Pues no. Supongo que eres el Mediador, pero me vas a perdonar porque soy un desastre para los nombres y no me acuerdo, no.
  • Tú y yo seguro que somos parientes, yo soy de los Sosa de Gáldar.

Así entabla el conocido como el Mediador su primer contacto con el periodista para decirle que su periódico no está informando correctamente del caso que lleva su nombre. Pero que eso tiene solución porque él tiene en su poder el sumario y los centenares de archivos de audio y vídeo que comprometen a políticos y empresarios relacionados con el sector ganadero, de la fotovoltaica y de los drones en Canarias. Pero hay que aceptar sus condiciones, y no las aceptamos.

El sumario que quiso que conociéramos a través de un mecanismo controlado por él y por el periodista Félix Rojas, según explicó, refleja el amplio historial delictivo de este galdense de 48 años: falsificación de documentos públicos (1 año y 10 meses de prisión); robo con fuerza en las cosas (2 años de prisión); robo con violencia e intimidación (3 años de prisión); falsificación de documento público, oficial o mercantil (2 años y 6 meses de prisión); abandono de familia (6 meses de prisión y 12 meses de días multa); estafa (6 meses de prisión), conducción sin permiso de conducir (8 meses de multa), todos ellos cancelados legalmente.

Pero además de asiduo de los tribunales de Justicia, Marco Antonio Navarro Tacoronte es un viejo conocido de algunos integrantes de la vida pública de Canarias. Se crió en Fuerteventura, donde sus compañeros de juventud lo recuerdan como el más fiestero en el sentido más amplio y más sustancioso del término. Le pasó rozando uno de los sucesos más comentados en la isla a finales del siglo pasado, el incendio de las naves de Inpescasa, donde los asaltantes reventaron una caja fuerte, así como el caso Botavara, de agentes policiales y de la Guardia Civil que fueron condenados por narcotráfico. 

De Fuerteventura dio el salto a la isla de Tenerife, y se le localiza a principios de este siglo en el municipio de Güímar, donde se presenta como “testigo protegido” de una abracadabrante trama de corrupción. Pide cobijo y la entonces alcaldesa, Tita Díaz, del PP, ya fallecida, y lo colocan laboralmente en el Ayuntamiento. Los recuerdos que dejó a su paso tampoco son buenos. Se pudieron solucionar hacia 2007 con su despido, justo antes de que entrara el nuevo alcalde, Rafael Yanes, del PSOE, actual Diputado del Común de Canarias. A Yanes llegó a presentarse como secretario general de las Juventudes Socialistas de Fuerteventura. También era mentira.

Pasó por la cárcel Tenerife II, desde donde escribió a un viejo conocido de la infancia, ahora diputado regional, pidiéndole ayuda porque se sentía maltratado en prisión. No recibió respuesta.

Ya en los años 20 se le detecta en el entorno de otro municipio, La Matanza de Acentejo, también en Tenerife, donde hace migas con el que finalmente iba a ser director general de Deportes del Cabildo de la isla, Ángel Luis Pérez Peña quien, sin quererlo, originó el actual escándalo de investigación por corrupción. Pérez Peña y Navarro Tacoronte comparten una profunda amistad y una tarjeta de crédito, y por algún motivo aún por aclarar, acaban peleados por unos gastos y un supuesto malentendido. El director general presenta denuncia por estafa y el Mediador es detenido. Según su versión, pasa tres días en los calabozos: “Me suben p’al juzgado, me bajan p’al calabozo”, hasta que su abogado de entonces le dice que ya lo van a soltar, “y me mandan para Tenerife II”, la prisión provincial.

Es entonces cuando su abogado “de aquel momento, don Plácido Alonso Peña Fumero, letrado de Fasnia (y su inteligencia) dice en la vista [para pedir su libertad] que no puede aportar los teléfonos de su cliente porque tiene información confidencial del Gobierno de Canarias. ”Si tu defensor dice eso, las otras partes que están escuchando allí, ¿qué interpretan?, automáticamente se articuló la maquinaria y nada, aportó los teléfonos y lo que está, está. ¿A quién se le ocurre que voy a aportar mis teléfonos para que inculparme seis delitos y con penas aproximadamente de 20 años?“, declaró este viernes a la cadena Cope.

Así que el Mediador entrega en el Juzgado de Instrucción 4 de Santa Cruz de Tenerife sus dos móviles y un dispositivo de almacenamiento en los que aparecen las numerosas y famosas grabaciones, las fotos, los vídeos y los documentos que han dado lugar a este asunto. Todo grabado por él, en algunos casos conversaciones suyas hablando de terceras personas, tratando de transmitir a sus interlocutores que tiene a cargos públicos comiendo en su mano y otras atribuciones de responsabilidad circunstanciales.

Si en Güimar Navarro Tacoronte se presentó como testigo protegido de una causa de alto voltaje, a la senadora del PSOE por Tenerife Olivia Delgado le dijo que pertenecía al equipo del consejero de Transición Ecológica de Canarias, José Manuel Valbuena, lo cual también era falso. Se lo tropezó a finales de 2020 en un avión, se identificó así y le pidió su teléfono. Días después le pidió cita en el Senado, y ante su insistencia, Olivia Delgado lo recibió. La senadora asegura que la conversación fue inocua, que no le pidió nada en concreto, que se limitaron a hablar de la crisis y de la recuperación. Acudió acompañado de otro hombre que Delgado no conoce y que no se comprometió a nada porque nada le pidieron sus interlocutores. 

Tras la reunión con la senadora, Navarro y su acompañante se reunieron con el también senador y líder de Coalición Canaria Fernando Clavijo en la cafetería del Senado. El expresidente de Canarias, a través de su gabinete de prensa, niega “rotundamente” a este periódico que esa reunión se haya producido.

Lo intentó una vez más con la senadora Delgado, pero esta no le cogió nunca más el teléfono. La Consejería de Transición Ecológica ha negado que Navarro Tacoronte haya tenido jamás vínculo alguno con ella.

Es muy posible que todas esas reuniones hayan sido grabadas por el Mediador, y que esos audios estén en poder de la Policía y del Juzgado de Instrucción 4 de Santa Cruz de Tenerife. Ni Olivia Delgado ni Fernando Clavijo están siendo investigados. Ella asegura que nada se le puede investigar porque no hubo nada en su conversación con Navarro Tacoronte. Clavijo niega la mayor: ni siquiera hubo reunión. El Mediador ha declinado ofrecer su versión sobre estos encuentros. 

Él dice que le llaman “el facha rojo” porque no tiene partido: “Soy de la república independiente del dinero”, declaró a la Cope. Presume de tener más de lo que tiene, o al menos de disponer de recursos para comprar el Club Deportivo Tenerife, que acaba de cumplir cien años. Se lo ha dicho a todo aquel que ha soportado sus fanfarronadas en los aeropuertos canarios por los que hasta ahora transitaba con frecuencia.

Sin aportar una sola prueba, al menos presente en el sumario, el Mediador dice estar seguro de que el Gobierno de Ángel Víctor Torres estaba al corriente de sus andanzas y la de sus secuaces. Deja caer a los periodistas el nombre de un funcionario de Agricultura, Antonio Cardona, que según su versión fue recluido en “un cuarto oscuro” cuando descubrió lo que tramaban los integrantes de su banda. Y que, en venganza, Cardona envió una carta al presidente del Gobierno. Durante días han sido revisados todos los registros de entrada, los correos electrónicos de todo el personal de Presidencia del Gobierno y del gabinete de la consejera de Agricultura sin encontrar el menor indicio de esa comunicación, según han informado fuentes gubernamentales.

Todo parece indicar que Navarro Tacoronte lo ha vuelto a hacer, que ha vuelto a engañar a unos pánfilos y corruptos empresarios que creyeron en sus promesas de que verían anuladas sus sanciones o que conseguirían suculentas subvenciones o contratos millonarios en fotovoltaica o drones. Pero no solo los ha engañado, también los grabó durante sus fechorías negociando comisiones a cambio de favores, durante los almuerzos y las fiestas con drogas en burdeles o con mujeres prostituidas. Está solo frente a la justicia y frente a sus compañeros de sumario, por eso lanza tinta de calamar para hacer aparentar que esta trama cutre y casposa es un gran escándalo nacional de corrupción.

Su actual empleo, según dice él mismo, es en la web eldigitaldecanarias.net, desde donde se vienen publicando insinuaciones sobre el caso desde agosto pasado y desde donde el Mediador pretendía que se dosificara el sumario del que es el principal encartado.

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