Roberto Ferrari gana al sprint a un desfondado Cavendish

El italiano pidió disculpas tras la tercera etapa en Horsens, en la que provocó la caída del campeón del mundo

MONTECATINI TERME (ITALIA), 16 (EUROPA PRESS)

El corredor italiano Roberto Ferrari, del Androni Giocatoli, se ha adjudicado al sprint la undécima etapa del Giro de Italia, disputada entre Assisi y Montecatini Terme sobre de 255 kilómetros, por delante de su compatriota Francesco Cicchi (Omega Pharma-Lotto) y el lituano Tomas Vaitkus (Orica GreenEdge).

Roberto Ferrari logró el triunfo de más lustre de su palmarés -en el que también figuran victorias en una etapa del Tour de Taiwán, Ruta Adélie y Fleche d'Emeraude, en 2012- con autoridad frente a un Mark Cavendish (Sky) desfondado, por las curvas empinadas del puerto del Vico, de cuarta, a sólo 11 kilómetros de la meta.

El campeón del mundo pasó la criba de la montaña, pero se quedó sin oxígeno en las piernas después de la última curva, que trazó como un misil Ferrari y en la que, al contrario que en Frosinone, el español Fran Ventoso (Movistar), escoltado hasta los metros finales por Giovani Visconti, vio frenada sus opciones de repetir victoria.

Ferrari se resarció así de su traspié en la tercera etapa en Horsens, cuando antes del último giro se cruzó por la mitad del pelotón y arrolló, entre otros, a Cavendish, lo que le impulsó a pedir disculpas después de la jornada de descanso.

“Para un italiano ganar en el Giro es lo máximo”, apuntó desbocado el ganador este miércoles en Montecatini Terme, meta de la 'etapa maratón' de la presente 95 edición y tras la que Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha) conservó la 'maglia' rosa conquistada la víspera en el muro de Assasi.

La jornada tuvo protagonismo español, pues el ciclista del Euskaltel Adrián Sáez de Arregui integró la fuga del día junto al francés Mickael Delage (FDJ-Big Mat), el belga Olivier Kaisen (Lotto), el austriaco Stefan Denifl (Vacansoleil) y el italiano Manuele Boaro (Saxo Bank), en la que sumaron más de 230 kilómetros en solitario.

Boaro fue el último en ser neutralizado por el pelotón antes de ascender por las revueltas del último puerto, en el que Visconti trató de romper el grupo para descartar a los velocistas y aumentar la cotización de Ventoso ante una hipotética 'volatta'.

Cavendish pasó esa selección, pero las piernas no le respondieron en el último acelerón y vio cómo Ferrari rompía por los aires los pronósticos para olvidar la caída de Horsens y celebrar bailando sobre su bici el éxito más grande de su carrera.

Este jueves se disputa la duodécima etapa, entre Seravezza y Sestri Levante, de 155 kilómetros y con cuatro puertos, el más duro el Valico La Mola, puntuable de segunda categoría y cuya cumbre está a 33 kilómetros de la meta.

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