Denuncian trato de favor al hijo de un inspector

“No es lo mismo ser Federico que el hijo del Inspector Jefe”. Con estas palabras denuncia Federico Quintana, policía jubilado y presidente de la Asociación Canaria de Víctimas de Acoso Laboral (Acval), un presunto trato de favor al vástago del máximo responsable de la Comisaría de Distrito Sur de la capital grancanaria.

Quintana acusa al Inspector Jefe, Eulogio G.G., de intentar interceder ante la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria para evitar que su hijo, que había sido detenido por un presunto caso de maltrato en el ámbito familiar, fuese investigado.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 2007. J.G.G., mayor de edad e hijo del Inspector Jefe, fue detenido por la Policía Local de la capital grancanaria tras la denuncia presentada por su ex pareja, que le acusaba de propinarle un cabezazo e insultarla, así como de quedarse con el vehículo de su propiedad, tras una discusión que mantuvieron en un conocido local de ocio nocturno en la zona del Auditorio.

La denunciante presentaba una contusión en la frente que, tal y como consta en el parte médico entregado en dependencias policiales, “le impedía conducir”.

En una de las diligencias del atestado, al que ha tenido acceso este medio, figura una llamada de Eulogio G.G., solicitando el teléfono del Comisario Jefe de la Policía Local . Posteriormente, éste ordena a una subcomisaria del Servicio Especial de Atención a la Mujer y al Menor (SEAMM) que las diligencias sean traspasadas a la Comisaría de Distrito Sur de la Policía Nacional, de la que es máximo responsable el padre del detenido, pese a que tendrían que haberse derivado a la Comisaría de Distrito Norte, donde correspondía porque “los hechos ocurrieron en su demarcación”.

Apenas 30 minutos después, el Comisario Jefe de la Policía Local rectifica la orden inicial, ya que, según el presidente de Acval, “podría haber incurrido en una ilegalidad”.

Mientras agentes de la Policía Local tomaban declaración a la denunciante, ésta recibió una llamada del presunto agresor.

En el transcurso de la conversación, que pudo ser escuchada por la instrucción, el acusado le amenazaba con no darle el vehículo “si no le pagaba el dinero del combustible”. Cuando los agentes de la Policía Local intervienen, J.G.G. contesta que “fueran a buscarlo a casa, y que llamaría y avisaría a su padre”.

Siempre según la versión de Quintana, tras su traslado a las dependencias de la Policía Nacional y “como queda demostrado en el cierre del atestado”, el acusado no fue investigado por la presunta comisión de delitos de amenazas, coacciones o robo con violencia, ni tampoco se procedió a la toma de declaración de una testigo de los hechos, a pesar de que aparece citada en el atestado policial.

El presidente de Acval también denuncia que el detenido apenas permaneció una hora en las dependencias policiales, pese a la orden de protección solicitada por su ex pareja, y advierte en la actuación de Eulogio G.G. un abuso de atribuciones y una falta de probidad por “intentar coartar una decisión policial” .

Federico Quintana coloca este caso en contraposición al de su detención en septiembre de 2008, cuando se disponía a denunciar la aparición en su domicilio de un mensaje amenazante (una bala y la inscripción Hay otra para tu cabeza. Quita las denuncias o...).

En aquella ocasión, su entonces pareja, que había acudido a denunciar el caso unas horas antes, reconoció que el Inspector Jefe de la Comisaría de Distrito Sur le instó a “no nombrar a nadie hasta que se supiera algo''. Quintana pasó de ser el posible objeto de la amenaza a sospechoso, tras haber encontrado sus huellas en el proyectil. Su ex pareja insistió en que se encontraba junto a él en el momento de los hechos y que la bala había sido manipulada por ambos.

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