También Casimiro Curbelo, presidente del Cabildo de La Gomera y candidato a repetir por su partido de siempre, el PSC, se ha sumado a la fea moda del publirreportaje a caballo entre la propaganda institucional, la descarada publicidad electoral y, especialmente, el culto a la propia imagen. Lo han hecho durante esta dura y pintoresca campaña unos cuantos candidatos y no candidatos, como Soria y Luzardo en el primer grupo, y como Onelio Ramos en el segundo. Por cierto, este último con doblete en los dos diarios de papel que se editan en Gran Canaria. El suplemento pagado (hay que decirlo porque los periódicos no lo aclaran) de este viernes en Canarias7 dedicado a la excelsa figura de Casimiro Curbelo vulnera las más elementales normas del recato político y la ética profesional, por no mentar nada de lo mandatado por la Junta Electoral. Se mezcla de tal manera lo institucional con lo partidario y la potenciación del ego, que alguien debería incluirlo en los planes de estudio de la Facultad de Ciencias de la Información.