Nos podemos imaginar la cara que se le habrá puesto a Manuel Campos, penúltimo presidente de Infecar, y a cuantos empresarios han formado parte del comité ejecutivo de esa sociedad pública, al enterarse de lo que opina de ellos la consejera Cristina Reyes. Además de contarle al periódico amigo que aquello era un agujero negro tipo las Bermudas, pero con la pernera más larga todavía, este jueves Reyes tocó el cielo en el pleno del Cabildo. Más o menos vino a decir la consejera insular de industria y moda cálida que no se ruboriza por regular el empleo en Infecar porque ella aplica “criterios empresariales”. Recalcó, con ese énfasis que ella tiene, que sus antecesores (del PP) fueron un desastre en la Feria. Y ahora han llegado ellos para arreglarlo todo.