La cosa va mal, hay como parálisis general. Emalsa anuncia a los cuatro vientos que compra más agua de galerías y pozos porque le sale más barato que desalar, y nadie pone el grito en el cielo y saca los tanques a la calle. Analicen con atención ese anuncio y comprueben que supone tanto como que las industrias o los hoteles tiraran agua sucia al barranco porque es más barato que bombearla y depurarla. Secar los acuíferos de Gran Canaria (o de cualquier isla), competir con quien quiere plantar papas, es delito de lesa ínsula, un impacto ambiental disparatado e imperdonable. ¿Ese agua es, además, de alto contenido en sales, que es aún más barata y daña más? A ver si dicen algo en el Consejo Insular, si hay algo que enmendar o se confirma que continuamos con el encefalograma cero.