Si es que cuando decimos que algunos (y algunas) se emborrachan de balón es que lo decimos con conocimiento de causa. De la lectura de algunos informes de la Policía, referidos a determinadas conversaciones telefónicas, la UDYCO llega a determinar, atención, que “al parecer, quien se encontraría dentro de la Consejería [de Industria], sería Caco Henríquez”. O sea, que la Policía sostiene que un militante socialista, declarado enemigo público número 1 del PP, que preside el periódico que destapó y sigue destapando la trama es el que controla la consejería que dirigía Luis Soria, el hermano del presidente del PP y nuestra estrella y guía de cada mañana. ¡Para echarse a temblar con la investigación! De ahí que el juez, en la declaración que tomó a Henríquez el 5 de abril, le preguntara por sus relaciones con Industria, a lo que el declarante contestó lo que todo el mundo sabe: que ni tiene que ver con ese departamento ni mantiene buena relación con el señor Soria. Para eso es una instrucción, para depurar datos defectuosos o contaminados que, si se publican, han de ser bajo la responsabilidad única de quien lo hace. Y de quien lo filtra, claro.