La iniciativa de Jorge Rodríguez, que se debatirá hoy miércoles en el pleno del Parlamento de Canarias, persigue, miren ustedes qué tamaño de cinismo, que el Gobierno autonómico cree un servicio gratuito de información, mediación y asesoramiento dirigido a familias con dificultades para “atender el pago de los préstamos hipotecarios, que se encuentren en riesgo de perder su vivienda principal”. La propuesta pretende, dice su autor, “evitar los desahucios provocados por la falta de pago de los préstamos hipotecarios”, porque “es preciso dar respuesta a los canarios que más necesitan de la ayuda de los poderes públicos”. Dice Rodríguez en su comunicado que con la iniciativa persigue “que no haya ni un canario más que se quede sin hogar, cuando el Gobierno autonómico puede poner a su disposición los medios de que dispone”. Precioso, ¿verdad? Es cierto que la falta de asesoramiento legal a muchas familias desemboca en ocasiones en una mala negociación con el banco, pero lo que no se suele conseguir, salvo contadas excepciones, es que la entidad rebaje, acepte dación en pago o mire para otro lado, lo que convierte en ilusorio y pelín populista el objetivo principal de este pedazo de diputado isletero refinado en la zona de Triana.