Fue a partir de que acabara el registro de su domicilio cuando al presidente de Afinsa se le comunicó que estaba detenido. Se le esposó (cosa que aquí no se ha hecho con ninguno) y se le llevó a los calabozos de la comisaría, donde estuvo hasta la mañana del viernes 12 (72 horas) en que pasó a disposición judicial. Tras prestar declaración, el juez ordenó su ingreso en prisión sin fianza. Ingresó en Soto del Real junto a otros tres directivos de la empresa. Cuando faltaban dos días para cumplir el primer mes en prisión, fue puesto en libertad con cargos y sin fianza. A Cano se le acusa de estafa y, en aplicación de las teorías más extendidas sobre la brutalidad policial canaria, también se le habría podido llamar a declarar, tan ricamente, que seguro que hubiera acudido al juzgado. Ninguno de los detenidos del PP en las Islas ha padecido este trato, así que se admiten comentarios al respecto.