Seguro que no les descubrimos nada nuevo si les contamos que Ican está más dividida que nunca, y la división alcanza niveles galácticos después del varapalo electoral del 13-J. Primero se dividió en dos: la de Mauricio y la de Román-Carmelo. Hace un par de semanas esta última se volvió a partir en otras dos mitades porque Carmelo no designó a Pedro Quevedo, hombre de confianza de Román, como presidente de la gestora de CC en Las Palmas de Gran Canaria. Prefirió para este puesto a Rafael Pedrero, que ni siquiera es de Ican, pero sí su hombre de confianza en el Cabildo. Las diferencias no son irreconciliables, pero hay una clara tendencia a convencer a Carmelo Ramírez de que sería bueno que se hiciera a un lado y dejara paso a nuevas formas de hacer las cosas. Pero él se resiste.