Las presiones para ese concurso precipitaron el verano de 2005 la caída de Paco Moreno, al que el PSOE dejó solo una vez más. Por enmedio, las presiones del actual concesionario del contrato de producción de programas y de informativos, Socater, que estaba encantada de que un hombre de la factoría Zerolo se hiciera cargo del negocio público. O les salió rana o el asunto no era tan sencillo como parecía. Pero si la salida de Moreno estuvo cantada durante meses, la de González fue discretísima. Dentro de la tele lo sabían muy pocas personas, entre ellas Lourdes Santana, directora de Relaciones Institucionales, mano derecha del director. Y en el Gobierno, el presidente en persona, al que Santiago González informó a lo largo de un almuerzo celebrado en la residencia canariona de Martín el viernes, día 9. Lo que no sabía el presidente era que la decisión del consejo de administración de la Corporación RTVE iba a ser tan inmediata.