La presentación del informe del caso Amorós en el Parlamento es sólo un trámite más de los que todavía ha de acometer la Cámara. Ya habrá debate, ya, y los socialistas andan preparando una batería de cuestiones porque no se han creído mucho las explicaciones de Rodríguez. Un presidente del órgano fiscalizador, por cierto, con próxima fecha de caducidad, lo que seguramente lo debe haber conducido a poner una vela a san Adán, que era el consejero de Economía y Hacienda durante la última etapa de Amorós como director general del Tesoro. Además de Rodríguez, renueva también Carlos Ramírez Peris, uno de los dos consejeros auditores propuestos por el Partido Popular. El otro, por cierto, es Juan Marrero Portugués, que actuó de ponente del informe sobre Amorós y del que nunca jamás se volvieron a escuchar opiniones y/o filtraciones.