Nos hemos quedado todos un poco más tranquilos tras leer las primeras y hasta ahora últimas declaraciones de la nueva consejera de Industria, Marisa Tejedor, acerca del concurso de energía eólica, que tanta polvareda lleva levantada sin que se haya puesto en marcha un solo molino. Asegura la nueva consejera que no habrá presiones y que se cumplirá la legalidad, lo que debería por exclusión significar que hasta ahora venía ocurriendo lo contrario. O casi. No vamos a acusar aquí a Luis Soria, su antecesor, de trapisondista en este asunto, más que nada porque al pobre no le dejaron adjudicar, pero sí podemos decirle a las claras que participó de una operación nada transparente en relación con la empresa pública del Cabildo de Gran Canaria Megaturbinas de Arinaga, a la que dejaron morir para intentar que el casero de su hermano se quedara con el negocio. Luis Soria, y eso está confirmado, mintió al Parlamento de Canarias, que es como mentir a todos los ciudadanos.