El alcalde y su equipo de gobierno han de liderar una investigación en profundidad sobre lo ocurrido en este año escaso de gestión tripartita. Pueden empezar, por ejemplo, por la Policía Local, hasta ahora en manos de Vicente Moreno, Pipo, que ha de explicar lo ocurrido en el potrero con las motos desaparecidas. También debe explicar a los ciudadanos de Gáldar, cómo es posible que se haya incrementado de manera notable el número de viviendas y construcciones sin licencia, sin que actúen los agentes. Pero la investigación ha de extenderse también al concejal de Urbanismo, Teodoro Sosa, porque muchos de los infractores aseguran que recibieron autorización verbal de dicho edil, una autorización a todas luces descafeinada e inservible.