Si hay un político que lleva colgando como un llavero una cámara de televisión de una cadena pública, ese es sin duda Paulino Rivero, seguido muy de cerca de José Manuel Soria. El presidente es nuestro particular Dustin Hoffman, una estrella del celuloide que triunfa allí donde va. Su última aparición estelar fue el incendio de La Palma, que concitó un impresionante despliegue de la tele canaria que condujo a que apareciera más el presidente que el fuego. Zapatero, que estaba en Lanzarote, se quedó tan impresionado con la chupada de cámara, que hasta se lo hizo saber personalmente a Paulino Rivero cuando aterrizó en la isla bonita. Las escaletas de los informativos de La Nuestra delatan a la perfección lo que decimos.