A lo largo de las conversaciones, tanto las oficiales como las oficiosas, los negociadores del PSOE se han tropezado con el deseo absolutamente insuperable de algunos de sus interlocutores por hacer presidente de Canarias a Paulino Rivero por encima de cualquier otra consideración. Los palmeros y los herreños prefieren, antes que eso, hablar de programas, de líneas de gobierno, de inversiones, de una nueva etapa política en Canarias. Pero, curiosamente, los tres negociadores más irreductibles son de las islas orientales: un cangrejo (apelativo con el que se designa a los naturales de Gran Tarajal), una mujer de Escaleritas y un schamanero. Efectivamente, Barragán no es tinerfeño, sino majorero, y Mari Mar Julios y José Miguel Ruano son de la Ciudad Alta de Las Palmas de Gran Canaria. De Barragán, al que también podemos llamar por el gentilicio de morisco, que es como se designa a los naturales de Tuineje, ya sabemos su fanatismo ático, pero no se están quedando atrás sus otros dos compañeros de negociación.