Desde luego, a Paulino Rivero hay que incorporarlo a esa galería de personajes de la que ya forman parte comunicadores de la categoría de Pío Cabanillas junior (“salió la prensa, no hay huelga general”) o Miguel Ángel Rodríguez (MAR), por no mentar al inigualable José Carlos Mauricio, últimamente menos comunicativo, todo hay que decirlo. Rivero está demostrando tener una incontestable habilidad para convertir en acuerdos aprobados lo que no lo fue por la fuerza de los votos, como hizo este sábado tras la reunión de CC. Pero aún más, ha logrado echar la culpa de todo lo que ocurre a la prensa, especialmente a la de Gran Canaria, por empeñarse en dar cuenta de la carajera que hay montada y del conchabo de José Carlos Mauricio con ATI y con Soria. Si leyera sólo la prensa de Tenerife no le pasarían esas cosas.